El pasado mes de junio tuve la oportunidad de visitar las instalaciones de Crosscall en Aix-en-Provence, una ciudad de la Provenza francesa muy cercana a la localidad costera de Marsella. Allí pude recorrer sus oficinas, conocer al equipo que forma parte de esta empresa desde su corazón y visitar el showroom con los dispositivos más icónicos que integran su portfolio. Pero sin duda lo más interesante de esta visita fue tener la oportunidad de ver el laboratorio de pruebas de Crosscall, donde los móviles sufren casi un centenar de accidentes antes de salir al mercado. He podido ver con mis propios ojos cómo resisten y te lo cuento en este reportaje.
Crosscall, la compañía francesa que apuesta por la tecnología hecha para durar
Crosscall nació en el año 2009 como resultado «de un día de tormenta», como le gusta decir a su fundador, Cyril Vidal. Amante de los deportes de riesgo, un día se dio cuenta que un teléfono estropeado en mitad de una expedición podría representar un auténtico problema para el usuario. Esto fue lo que le impulsó a cambiar el mundo. Su primer dispositivo, el Crosscall Shark, comenzó a venderse en 2011 en tiendas Decathlon, y en 2014 lanzaron su primer smartphone. Desde entonces, su catálogo de productos no ha dejado de crecer y sus últimos lanzamientos han tenido lugar este mismo año 2022, con el smartphone Crosscall Core-X5 y la tablet Crosscall Core-T5.
La compañía francesa se ha posicionado como un auténtico referente en el terreno de los dispositivos resistentes y ya trabajando con cuerpos de seguridad como bomberos o policías. Precisamente, en este viaje a Aix-en-Provence tuve la ocasión de pasar una mañana con los bomberos de La Ciotat, quienes nos prepararon un simulacro en una casa en llamas para probar cómo los móviles Crosscall pueden ayudar en situaciones hostiles, gracias no solo a su alta resistencia, también a funciones como Push-To-Talk (PTT) y la optimización para PMR. Y aunque al grupo de periodistas que nos desplazamos hasta allí nos hicieron un simulacro, estos dispositivos se usan en situaciones reales.
Así es el laboratorio de pruebas de Crosscall en Aix-en-Provence
En sus oficinas centrales, además de contar con un edificio en exclusiva con varias plantas para distintos departamentos (diseño, desarrollo, marketing, atención al cliente, responsabilidad social corporativa, logística…), también encontramos en la planta inferior el laboratorio de pruebas de Crosscall. Es aquí donde los prototipos pasan diversos test para asegurar la resistencia de sus terminales antes de que se pongan a la venta.
Entre las curiosidades que nos comentaron durante esta visita, es que todos los teléfonos pasan TODAS las pruebas. Esto es una importante diferencia respecto a otros fabricantes, que para obtener ciertas certificaciones de resistencia someten a sus terminales a dichos test, pero no todos pasan todas las pruebas. Me explico: en este caso, el mismo teléfono de Crosscall pasa por todas las estaciones de pruebas antes de recibir el visto bueno por parte del equipo responsable. En otros casos, para cada prueba se coge un teléfono diferente. Lo trascendental de este caso es que la compañía con esto se asegura que el mismo teléfono sea resistente al agua y a los golpes y a los arañazos y a las caídas… Puede resistirlo todo, no solo una de las pruebas.
Lo primero que me llamó la atención a la hora de entrar en este laboratorio de pruebas de Crosscall es que es más pequeño de lo que habría imaginado. Teniendo en cuenta que pasa casi cien pruebas distintas, esperaba algo mucho mayor, pero aquí las máquinas y el espacio está perfectamente optimizado para el circuito que recorre el teléfono.
Encontramos una sala principal donde están ubicadas las máquinas más grandes. Aquí es donde se realizan las pruebas de caídas, las flexiones, los test de autonomía, las inmersiones en agua dulce y salada, los golpes repetidos o la abrasión, entre otras.
Lo cierto es que todas las pruebas llaman mucho la atención y la primera vez que las ves en directo impresionan bastante, sobre todo cuando vuelves a lavar el móvil (en el grifo de agua, como si fuera cualquier otro objeto) y este vuelve a estar impoluto y funcionando en perfectas condiciones.
Si tuviera que mencionar las dos pruebas que más me impresionaron diría que fueron la de las caídas a dos metros y la de abrasión.
Para que tú también puedas vivir la experiencia, te dejo a continuación un pequeño vídeo con algunas de las pruebas que pude presenciar en directo. Tienes mi palabra de que el móvil sobrevivió.
Crosscall se ha posicionado como una marca de referencia en el mercado de los móviles rugerizados resistentes, no solo para el usuario como tú y como yo, también tienen un claro enfoque en empresas e incluso en gobiernos. Después de visitar sus instalaciones en Aix-en-Provence, queda todavía más clara la fórmula de su éxito.
