Me estrené en el tema de las ferias de tecnología allá por el año 2016, con un IFA de Berlín que me dejó totalmente fascinada. Pocos meses después vino mi primer Mobile World Congress (a.k.a MWC para los amigos), un evento que cumplió totalmente mis expectativas. Todos los compañeros de otros medios me decía que «el Mobile» molaba mucho más, tanto en temas de innovación y presentaciones como en los after parties. Eran otros tiempos y desde luego que la experiencia no defraudó. Por motivos profesionales, repetí un año y otro y otro y otro… Pero en lo personal también era una de las grandes citas del año. Disfrutaba muchísimo y me sentía una privilegiada al poder ver nacer los productos y las tecnologías que marcarían el rumbo en los siguientes años.
Sin embargo, poco a poco empezamos a percibir que el MWC necesitaba oxígeno. La pandemia no ayudó y si ya en la última edición nos dejó un sabor un poco descafeinado, los que llevábamos ya varias ferias a nuestras espaldas notamos, tras la vuelta a la nueva normalidad, que el Mobile agonizaba. ¿Hasta ahora?
El Mobile World Congress 2024 coge aire… pero no como esperábamos
Lo cierto es que este año, aunque por motivos diversos esta vez me he quedado cubriéndolo como «equipo de tierra» (no sabéis las ganas que tenía también de desempeñar este papel aunque fuera por una vez), me ha dejado un sabor de boca mucho más agradable, aunque no dejo de pensar que las cartas con las que está jugando la GSMA están trucadas. Me explico.
El MWC siempre ha sido, históricamente, un congreso de móviles. El más importante del mundo (una suerte que se celebre en nuestro país) y en el que hemos visto nacer a nombres que ya son leyenda, como el Samsung Galaxy S II, el Huawei P10 o el Xiaomi Mi5, entre otros muchísimos más dispositivos. Todos los fabricantes querían presentar sus joyas de la corona en el Mobile World Congress. Entre la prensa nos referíamos a «quién ha ganado el Mobile» como aquel fabricante que realmente había logrado sorprender y despuntar entre tantísima competencia.
Poco a poco, lo difícil no era elegir quién había sido el mejor, más bien la decisión pasaba por encontrar algo que realmente nos llamara la atención, que fuera algo innovador, distinto, digno de levantarnos los pelillos de los brazos y ponernos la piel de gallina. Costaba. Costaba mucho. Y es que poco a poco los fabricantes comenzaron a hacer sus presentaciones más importantes fuera de esta semana de locos. Y lo veo lógico. Primero, porque eliminas a toda la competencia y te aseguras que el día de tu presentación más importante del año todos los focos estén puestos en ti. Segundo, porque (vamos a ser realistas) una celebración de esta envergadura en un MWC es mucho más costosa que hacer cuando tú quieras, donde tú quieras y como tú quieras.
Así fue como poco a poco el Mobile World Congress comenzó a perder interés mediático, pero tengo que reconocer que en este 2024 he vuelto a sentir esas cosquillitas, aunque no como esperaba.
El MWC ya no hace honor a su nombre y ahora no son los smartphones los protagonistas, si no que los coches, los wearables y la IA (otra vez la maldita IA) han tomado el pulso a un evento en el que los teléfonos han pasado a un segundo plano.
No me malinterpretes, me parece un camino muy interesante. Pero esto me ha hecho reflexionar y darme cuenta una vez más cómo está cambiando todo. Los smartphones han dejado de sorprendernos y ahora el futuro de la tecnología va por otro lado. ¿Hemos tocado techo con los teléfonos móviles? En parte, creo que sí.
Los anillos se preparan para salir a bailar
Esta vez no fueron Los Simpsons los que lo predijeron. Hace ya más de 20 años (por favor, que alguien pare el calendario que no me da la vida para todo lo que quiero hacer) que vimos a Gollum diciendo aquello de «mi anillo, mi tesoooro». El Señor de los Anillos nos dio la pista de lo que se convertiría en el futuro de la tecnología un par de décadas después.
Y aunque llevamos varios años escuchando hablar de ellos, parece que es ahora cuando llega el momento de la explosión. Los anillos inteligentes quieren ser el nuevo wearable por el que todos suspiremos. Y, sinceramente, me parece muy buena idea. Ya nos hemos acostumbrado a las pulseras y relojes inteligentes, incluso tenemos algunas gafas en el mercado que tratan de hacer lo propio, por lo que no me parece ninguna locura que también empecemos a usar anillos: más pequeños, más cómodos… Mi voto de confianza lo tiene.
Uno de los protagonistas indiscutibles de este MWC 2024 ha sido el Samsung Galaxy Ring. Por primera vez, los asistentes a una feria han podido ver este preciado anillo en vivo y en directo, eso sí, a través de una vitrina, algo que me recuerda muchísimo a cuando comenzaron a presentarse los primeros plegables y se convirtieron en un «mirame pero no me toques». De momento, la compañía no ha hablado de precios, funciones ni especificaciones técnicas, pero lo que sí ha dejado claro con esta exhibición es que 2024 será su año de lanzamiento. Y, oye, la jugada les ha salido bastante bien, porque han logrado convertirse en uno de los grandes protagonistas de este MWC 2024.
También HONOR ha querido su trocito del pastel y ha hablado, de una forma bastante tímida, por cierto, acerca de su nuevo proyecto: un anillo inteligente del que no ha dicho mucho más que están trabajando en ello, así de forma resumida. Su CEO, George Zhao, ha hablado con CNBC y ha adelantado que “internamente estamos trabajando en este tipo de solución, para que en el futuro podáis tener el anillo de Honor”.
¿Llegó el momento de los coches voladores?
Cada vez estoy más convencida de que los próximos grandes avances en materia de tecnología los vamos a ver en el sector de la automoción. Móviles, televisores, electrodomésticos… Parece que ya hemos llegado a un punto muerto en estos productos y son los coches los que ahora empiezan a vivir su época dorada.
La mayor prueba de esto es que han sido también unos de los protagonistas indiscutibles del Mobile World Congress 2024. Concretamente, han brillado con luz propia dos nombres: Alef Aeronautics y Xiaomi. Sí, el Xiaomi que todos conocemos. Cada uno de ellos ha mostrado una propuesta diferente y ha brillado en esta feria. Uno, por ponernos los pies en la tierra; el otro, por llevarnos al cielo.
Si te hablo de coches voladores probablemente me preguntes qué lleva el té que me estoy tomando mientras escribo este artículo. O tal vez te salga una sonrisa al recordar la peli ‘Regreso al futuro’ y cómo comenzó su segunda entrega con un «¡Son las 4:29 del miércoles 21 octubre de 2015!». Esa fecha ya pasó y no, los coches no volaron aquella madrugada. Pero, ¿tal vez Robert Zemeckis «solo» se equivocó en diez años?
Alef Aeronautics ha aprovechado el MWC 2024 para exhibir su primer coche volador, el Alef Model A. Un vehículo que promete alcanzar los 322 kilómetros por hora en la carretera y los 170 kilómetros por hora en el aire. Tendrá capacidad solo para dos pasajeros y quiere despegar y aterrizar en vertical, gracias a sus ocho hélices ocultas en su carrocería. Además, como no podía ser de otra manera, es un vehículo 100% eléctrico. Su idea es que irrumpa en el mercado en el año 2025 (se cumple ese delay de diez años de ‘Regreso al futuro’) y ya han vendido casi 3.000 unidades en precompra. ¿Cuánto han tenido que pagar estos primeros compradores? 300.000 dólares. Por cierto, fue en el año 2015 cuando se fundó esta empresa. ¿Casualidad? Déjame pensar que no.
Este vehículo todavía tiene que pasar las pruebas pertinentes y obtener la certificación correspondiente para poder circular, algo que me parece lo más complejo de todo este asunto. Habrá que ver cómo la DGT se pronuncia al respecto, pero teniendo en cuenta lo mucho que le ha costa regular el tema de los patinetes eléctricos, no creo que esto vaya a ser pan comido.
Una propuesta mucho más sencilla es la que nos presenta Xiaomi, quien sin duda «ha ganado el Mobile» este año. Y no ha sido por su Xiaomi 14 Series (ellos sí han arriesgado y han reservado la presentación de su flagship del año para el MWC). El Xiaomi SU7 Max es el primer coche de Xiaomi, pero tengo que decirte que, de momento, vayas guardando tu dinero, porque no hay planes acerca de su posible llegada a España. Tracción a las cuatro ruedas, autonomía por encima de los 600 km, aceleración en 2,78 segundos de 0 a 100 km/h y una velocidad máxima de 265 km/h son algunos de sus puntos a destacar. Hablamos de la versión vitaminada, la que se ha expuesto en el MWC 2024, porque la compañía ha desvelado que también contarán con una versión base a la que bautizan como Xiaomi SU7 a secas.
Más allá de ser un vehículo eléctrico y de que es la primera vez que vemos a un fabricante de telefonía móvil atreverse con este tipo de productos, lo que más destaca del coche es su software. HyperOS es la gran apuesta de Xiaomi y ya vemos que no solo para sus teléfonos móviles o sus gadgets del día a día. También pretende que se convierta en el centro de control de su coche.
Mucha IA y poco 6G en este MWC
Recuerdo con nostalgia como hubo un par de ediciones del MWC en el que todo parecía girar en torno al 5G. Finalmente, el 5G ya lo tenemos en nuestras manos y para el usuario de a pie no ha sido la gran evolución que esperábamos (aunque sus aplicaciones realmente van por otros derroteros, pero esto es algo que da para otro artículo). Nos sorprende que después de este 5G y con el 6G ya en camino, aunque ha habido algo de esto en el Mobile World Congress 2024, apenas ha tenido su minuto de gloria y ha sido la Inteligencia Artificial la que ha estado presente en casi cada esquina de los pabellones de la Fira.
Incluso, Felipe VI se ha referido a ella en su charla inaugural y ha apelado a un uso responsable y seguro. La IA ha sido protagonista de este MWC y casi cada «cacharro» y cada stand la tenían bien integrada en su discurso. Quizá el más destacado ha sido Humane AI Pin, que se ha dejado ver en la feria después de dar mucho de qué hablar sobre el papel.
Hasta el próximo año, MWC
Esta nueva edición del MWC me ha dejado muy buen sabor de boca. Cuando parecía que el congreso estaba agonizando, por fin ha sabido volver a despertar el interés de la prensa y aunque no han sido los smartphones los protagonistas, nos han dejado muy buenos avances de todo lo que está por venir. Los anillos, los coches y la IA han sido para mí los tres nombres que han sonado con más fuerza.
También merecen su minuto de gloria aquellos fabricantes que se han atrevido a enseñar conceptos realmente innovadores, aunque de momento se trate únicamente de prototipos. El smartphone con pantalla flexible de Motorola que se convierte en un brazalete o el portátil transparente de Lenovo (del que ya pudimos ver algo el año pasado) han sido algunos de los nombres que más han arriesgado en esta edición.
El próximo año Barcelona volverá a vestirse de gala para recibir un nuevo Mobile World Congress, que esperamos que recoja la estela de lo que se ha sembrado este año. Será entre el 3 y el 6 de marzo de 2025. Hasta el próximo año, MWC.