Estábamos esperando el verano con ansias… por lo menos yo. Aunque cada vez me adapto mejor al frío, soy de calor, de tardes soleadas y de noches en terrazas. Sin embargo, hay que reconocer que cuando las temperaturas aprietan, es inevitable desear esos findes de manta y peli de los meses más fríos del año. No solo te pasa a ti: el calor tiene muchas desventajas y tus dispositivos electrónicos también lo sufren… más que el frío. ¿Has oído hablar alguna vez del estrangulamiento térmico?
Este concepto con ese nombre tan descriptivo (y que a mí por lo menos me da algo de yuyu) tenemos ante nosotros un problema real para nuestros dispositivos y especialmente para nuestro smartphone. Evitarlo está en tu mano y hoy quiero ayudarte a luchar contra las consecuencias del calor y las temperaturas elevadísimas que se esperan este verano.
¿Qué es el estrangulamiento térmico?
El estrangulamiento térmico (o thermal throttlingpara los que prefieren su término original anglosalón) es la regulación térmica que algunos componentes realizan para tratar de solucionar su sobrecalentamiento. Puede darse cuando sometemos a nuestros equipos a una gran carga de trabajo, más allá de sus propias capacidades, pero también cuando estamos utilizándolos en ambientes muy, muy, muy calurosos.
Es decir, cuando el dispositivo en cuestión percibe que se está calentando demasiado, sufre una especie de «estrés» y se dedica a «desconectar» ciertos componentes para poder soportar estas temperaturas. En el fondo, parece un comportamiento bastante lógico. Mejor dejar de funcionar por un rato que «explotar» y que deje de funcionar para siempre.
Entre los componentes que más pueden sufrir thermal throttling o estrangulamiento térmico destacan la CPU, la GPU o el SSD en los ordenadores. Es relativamente fácil mirar a qué temperatura está el equipo e incluso escuchar un aumento exagerado del trabajo del ventilador cuando hace más calor. Ya sabes por qué pasa esto.
En el caso de los teléfonos móviles, seguro que en algún momento te ha saltado el mensaje de que la temperatura es muy extrema y el teléfono va a dejar de funcionar temporalmente. A mí en invierno no me ocurre nunca, pero en verano más de una vez me ha saltado este mensaje, tanto cuando lo estoy cargando como si llevo un rato usándolo. Es un incordio, no cabe duda, especialmente si necesitas usar el móvil para algo urgente. Pero créeme: es necesario si quieres evitar daños en tu terminal. Puede quemarse algún componente, afectar a su rendimiento e, incluso, en el caso de las baterías de litio, puede causar perjuicios importantes.
Estos son mis consejos para evitar el estrangulamiento térmico
Aprende a escuchar lo que quiere decirte tu teléfono:
Sí, tu smartphone puede darte muy buenas pistas de lo que necesita. En el caso de estar al borde de sufrir estrangulamiento térmico, lo vas a notar si estás un poco atento. Si notas que el brillo de la pantalla no llega al máximo y que te cuesta verlo en exteriores, no eres tú, es él. Esto es una característica muy habitual en iPhone, ya que las pantallas a mayor brillo mayor consumo de energía hacen, deshabilitan esta opción para mantenerse más «fresquito». Además, si solo con tocarlo ya lo notas caliente, quizá es mejor que le des tregua.
Reducir el brillo de la pantalla:
Como hemos comentado, aunque en algunos modelos el brillo de la pantalla se reduce automáticamente cuando el terminal nota que está muy caliente, en otros casos no se aplica, por lo que te recomiendo que tú mismo bajes el brillo de la pantalla cuando notes que la temperatura se está disparando. Es una de las medidas más eficientes.
No lo dejes al sol:
Suena lógico, pero también es habitual que lo dejemos a pleno sol cuando estamos en la playa, en la piscina o simplemente tomando algo en una terraza. Error. La exposición directa del sol a los dispositivos móviles puede ser muy perjudicial. Mejor siempre guardado. Ojo, porque esto también aplica a llevarlo colgado con las típicas fundas con cuerda. Esto los expone mucho.
Cuidado con los cargadores:
Utilizar cargadores que no son originales es todavía más frecuente en verano. Puede que se nos haya olvidado el nuestro en casa cuando nos hemos ido de vacaciones o hemos cogido prestado otro, incluso, tenemos varios para llevarlo siempre en la mochila pero esa segunda opción no es de muy buena calidad… Los cargadores no originales puede no haber pasado los estándares de calidad y ser también un enemigo para la vida útil de la batería de nuestor móvil.
Quítale la funda si quieres evitar el estrangulamiento térmico:
Da miedo llevar el móvil sin funda, pero en verano es lo más recomendable. Para salir a la calle, por supuesto, te lo recomiendo, ya que una caída o un arañazo puede arruinarte el día, pero si vas a estar en casa y no eres una persona muy manazas, es decir, si el riesgo de tirarlo es muy bajo, entonces lo mejor es que en verano le ayudes quitándole la funda o al menos cambiando esa de plástico gordo por otra más finita que refrigere mejor.
No metas el móvil en la nevera:
Seguro que has visto algún vídeo en internet en el que recomiendan meter el móvil en la nevera para bajar su temperatura. Y claro que sí, el método es eficiente, pero yo no te lo recomiendo. Para empezar, porque los cambios bruscos de temperatura no son nada buenos y, para continuar, porque aunque vayas a lograr restablecer el teléfono a una temperatura correcta, en la nevera hay otros elementos que no le van a sentar muy bien, como la humedad.
Activa el modo avión o apágalo un rato:
Cuando notes que la temperatura se está elevando más de la cuenta, un método infalible es ponerlo en modo avión, pero preferiblemente apagar el dispositivo. Con esto, cortas las conexiones y permites que el teléfono deje de trabajar por un rato, lo que le ayudará a evitar el estrangulamiento térmico y a restablecer su temperatura idónea. De hecho, el verano pasado saltó una recomendación indicando que es preferible no jugar a Nintendo Switch en plena ola de calor, ya que podía apagarse repentinamiento o incluso sufrir algún problema mayor. Esto mismo puede aplicar a tu móvil: no le pidas demasiado cuando hace tantísimo calor. Si a ti te cuesta trabajar con temperaturas elevadas, a él también.
Aprovecha un ventilador o aire acondicionado para evitar el estrangulamiento térmico:
Y, por último, el séptimo consejo que te quiero dar es que apliques el sentido común y uses métodos similares que te sirven también a ti para bajar la temperatura de tu cuerpo. No te digo que metas tu móvil a nadar a una piscina (¡ni se te ocurra!) pero si tienes un ventilador cerca o un aire acondicionado y puedes ponerlos en marcha frente a tu smartphone, seguro que lo agradece.
Eso sí, recuerda que el frío también le afecta, por lo que no te pases por el otro lado. Cuidando tu móvil con estos consejos puedes aumentar su vida útil. Espero haberte ayudado y que este verano sepas cómo proteger tu móvil del calor y evitar así el estrangulamiento térmico que pueden sufrir sus componentes.
La publicación me presentó una gran cantidad de información, lo que me permitió ampliar mis horizontes.