Hace unos días te ofrecimos un pequeño artículo de opinión en el que repasamos los objetos a los que ha sustituido el móvil. Ahora, le damos la vuelta a la tortilla y buscamos la cara opuesta a esta inevitable realidad: los dispositivos electrónicos que no podrán ser sustituidos por el móvil (al menos, tal y como está el tema ahora mismo). Y sí, seguro que nos dices que mucha gente ya los utiliza de este modo, pero de ahí a hacerlos desaparecer, aún queda un camino muy largo.
3 objetos para los que el móvil no es un rival
Libro electrónico:
Os reconozco que yo misma he leído en alguna ocasión un libro a través del móvil. Antes de que Kindle llegara a mi vida, mi antiguo eReader no me permitía pasar las compras de ebooks en Amazon por los DRM, por lo que si tenía mucho interés en un título concreto, tenía que utilizar la app de Amazon para leer desde el móvil. Y no, no me parece viable que se considere el smartphone como una alternativa para leer libros, al menos no si lo haces a diario. El tamaño de la pantalla, la usabilidad, el brillo de la pantalla… Cuando pruebas uno eReader «de verdad» (en mi caso, pasé al Kindle Paperwhite), te das cuenta que no hay color.
Ordenador:
Algo similar también ocurre con los ordenadores. Nos han quitado mucha carga de trabajo sentados en el escritorio y ya podemos contestar correos, navegar buscando información e incluso hacer alguna acción puntual desde el móvil, tirados en el sofá tras la cena. Sin embargo, a la hora de trabajar de verdad, nada como un teclado, una gran pantalla y por supuesto el rendimiento que nos da un ordenador tradicional.
Televisión:
Y también cuestión de tamaño es el caso de por qué el móvil no va a sustituir al televisor. Las pulgadas importan y aunque con el móvil podemos matar el gusanillo y ver algo si nos encontramos fuera de casa (o si el Señor Roca ha llamado en pleno capítulo de Prison Break), no hay nada como disfrutar de nuestras películas y series preferidas en los televisores de toda la vida.