Largo y tendido se ha hablado sobre el Snapdragon 810 de Qualcomm. Desde finales del año pasado, este SoC prometía un rendimiento sin igual para los smartphones más potentes de las empresas líderes del mercado, con unas especificaciones sobre el papel que parecían sobrepasar fácilmente a la competencia.
Haciendo un repaso rápido, el Snapdragon 810 es un SoC compuesto por 4 núcleos ARM Cortex-A57 más otros 4 núcleos ARM Cortex-A53 , acompañados de memoria LPDDR4 1600 y una potente gráfica Adreno 430; todo ello aderezado por un interesante abanico de mejoras en temas de conectividad, fotografía y seguridad, como grabación y reproducción de vídeo 4K y conexión LTE Cat.9 (que permite alcanzar una velocidad de bajada de 450 Mb/s y de subida de 50 Mb/s.).
Pero el 2015 llegó y con él los primeros terminales en incorporar la última creación de Qualcomm; y llegaron los problemas. El primero en «caer» fue el HTC M9, esta marca, que suele destacar en temas de construcción y calidad de sus terminales, vio como muchos usuarios se quejaban de que el terminal se calentaba en exceso y se ralentizaba tras poco tiempo de uso. La misma suerte corrió LG con el LG G Flex 2.
Aunque desde Qualcomm han intentado «quitar hierro» al asunto, la realidad es que el problema existe. Tanto es así que la propia Xiaomi ha tenido que diseñar un sistema de disipación especial a base de láminas de grafito (5 patentes registradas) para poder incorporar el Snapdragon 810 en su gama alta Xiaomi Mi Note Pro; además de decirnos que su smartphone incorporaba una versión mejorada del SoC llamada Snapdragon 810 v2.1.
El Snapdragon 810 v2.1 ha sido objeto de una colaboración entre Xiaomi y Qualcomm, ya que la primera mandó 20 de sus ingenieros de a la sede de Qualcomm para desarrollar un nuevo Snapdragon 810 que no presentara problemas de consumo ni temperaturas. Y parece que lo consiguieron, ya que el Xiaomi Mi Note Pro mantuvo unos buenos resultados, con una temperatura de 36.3 ºC tras estar ejecutando 20 minutos un juego.
Gracias a esto, parecía que el smartphone podía funcionar más tiempo a pleno rendimiento y evitar el temido «Throttling» (disminución de la frecuencia de funcionamiento de un procesador para evitar daños por exceso de temperatura), alcanzando los 63.424 puntos en AntuTú frente a los 57.648 y 56.266 puntos arrojado por el HTC One M9 y el LG G Flex 2 de forma respectiva, ambos con la primera versión del Snapdragon 810.
Pero aunque parecía que el problema estaba solucionado, las últimas noticias hablan de que el problema persiste, hasta el punto de que un usuario ha mandado a fábrica su Xiaomi Mi Note Pro, porque ha dejado de funcionar.
Se trata de un grave problema para Qualcomm, pues si el problema no cesa ni con el disipador especial diseñado por Xiaomi, mal futuro le espera a los usuarios que compren un smartphone con dicho SoC incorporado, que ya está previsto para diversos buques insignias de marcas como LeTV, Lenovo u Oppo . Se habla de temperaturas de hasta 46 grados tras unos 10 minutos de juego, y si a eso le añadimos que muchas de estas marcas no tiene SAT en España, la compra puede implicar un riesgo que traiga muchos dolores de cabeza.
Pero, tan grave es realmente este problema de temperaturas en el Snapdragon 810?.
Pues sí, parece que realmente lo es. Tanto es así, que la propia Samsung, uno de los mayores socios de Qualcomm, decidió prescindir del Snapdragon 810 para incorporar su propio Exynos Octa 7420, actual líder del mercado.
El problema llega hasta tal punto, que hasta el propio Snapdragon 808 de la misma compañía rinde mejor que el Snapdragon 810, ya que este sí puede controlar sus temperaturas y funciona de forma estable a máxima potencia casi todo el tiempo; con el resultado de que durante un uso intensivo y prologado, el Snapdragon 808 rinde mucho mejor que el 810, el cual puede llegar a rendir peor que un Snapdragon 801. Todo ello, a pesar de que el Snapdragon 808 consta de dos núcleos A-57 menos y de una peor GPU que su hermano mayor.
En LG parece que le han visto las orejas al lobo y han decidido incorporar dicho Snapdragon 808 en su próximo buque insignia, el LG G4.
Os preguntaréis que en qué nos basamos para realizar todas estas afirmaciones. Desde la web Ars Technica ha tenido la oportunidad de analizar y comparar el LG G Flex 2 (Snapdragon 810) con el LG G4, y ciertamente los resultados son bastante sorprendentes. Aunque en un benchmark convencional y de corta duración, el Qualcomm Snapdragon 810 rendiría más que el Qualcomm Snapdragon 808, cuando ejecutan un bench de larga duración y carga fija diseñado por los ingenieros de Geekbench, se ve con claridad que el Snapdragon 810 pierde rendimiento de forma dramática, mientras que el Qualcomm Snapdragon 808 se mantiene mucho más tiempo funcionando a su frecuencia máxima.
En la imagen superior podemos ver como el Galaxy S6, a pesar de sufrir throttling, es capaz de volver a trabajar a su máxima frecuencia de forma rápida y regular, mientras que el Snapdragon 810 pierde rendimiento y empieza a funcionar alternando los núcleos A-57 a baja frecuencia con los núcleos A-53 tras un cierto tiempo de uso (línea roja a intervalos en la imagen inferior).
A pesar de compartir una estructura big.LITTLE idéntica (4 núcleos A-57 y 4 núcleos A-53), el Galaxy S6 es capaz de mantener funcionando su Exynos Octa 7420 a su frecuencia máxima (a intervalos y con los núcleos A-57) durante un uso prolongado, mientras que el Snapdragon 810 debe recurrir a sus núcleos A-53 para poder bajar su temperatura (Imagen inferior).
El problema de sobrecalentamiento es tan grave que incluso un Snapdragon 801 podría rendir mejor en periodos prolongados que el nuevo Snapdragon 810, al tratarse de un SoC mucho mejor diseñado y que funciona siempre a su máxima potencia. Y es que parece que en Qualcomm se relajaron y se olvidaron de refinar sus productos a la hora de diseñar el Snapdragon 810.
En esta última gráfica se puede ver como el Snapdragon 810 disminuye su frecuencia a partir de los 3 minutos de uso (por debajo de los 1000 megahercios incluso cuando llevamos 8 minutos), y empieza a funcionar con los núcleos de bajo consumo (línea azul intermitente); mientras que en el Snapdragon 805 del Galaxy Note 4, a pesar de disminuir su frecuencia, tiene un throttling mucho menor.
Está Qualcomm en crisis? Parece ser que solo ha sido un «bache». El futuro trae Snapdragon 818 y 820.
A pesar de todos los datos aquí expuestos, tampoco hay que pensar que esto es el final de Qualcomm. Cierto es que los problemas con el Snapdragon 810 son graves y reales, lo cual puede afectar sensiblemente a sus ingresos para este año.
Pero todo parece apuntar a que la ventaja de Samsung con su Exynos 7420 tiene mucho que ver con su proceso propio de fabricación a 14nm, frente al proceso de 20nm que usa Qualcomm, el cual recurre a TSMC para la fabricación de sus chips.
Tanto es así, que ya hay rumores afirmando que Qualcomm podría recurrir a la «competencia», es decir, a Samsung, para la elaboración de sus próximos SoCs de alto rendimiento. Tampoco sería algo inusual en el historial de Samsung, que más de una vez se ha encargado de fabricar los potentes procesadores incorporados en los Iphone.
Sea como fuere, ya hay dos nuevos procesadores en el horizonte de Qualcomm, el Snapdragon 818 y el Snapdragon 820, de los cuales os hablaremos en un próximo articulo, donde analizaremos como piensa reaccionar Qualcomm frente a la competencia más directa.