Este artículo no tiene ni pies ni cabeza, lo sabemos, pero no es que nos hayamos vuelto locos. No, no hemos sido nosotros, faltos de contenido, que hemos decidido arrasar con los viejos trastos que tenemos por la GizOficina y nos hemos puesto a investigar. La locura ha salido la cabeza «pensante» de otra persona, que ha decidido meter su cámara de fotos en el microondas para ver cómo salía. Y el resultado, no hace falta ser muy listo, te lo puedes imaginar: totalmente achicharrada y derretida.
Así queda una cámara de fotos tras pasar por el microondas
Evidentemente, no te vamos a recomendar que hagas esto en casa, te queremos que todo eso. Han sido los compañeros de DayTripperPhoto los que han decidido acabar el año por todo lo alto, deshaciéndose de uno de sus equipos fotográficos a golpe de microondas.
Lo cierto es que, a pesar de lo que pueda parecer por el resultado final de la imagen que tienes en la cabecera de este artículo, la cámara (una Nikon D60) se comportó bastante bien y aguantó como una campeona los primeros embistes. Fue introducida en el microondas hasta en tres ocasiones: primero cinco minutos en los que no parecía que hubiera daños visibles; después otros cinco minutos donde el plástico empezó a quejarse y a fundirse; y, por último, cinco minutos más que sirvieron como colofón final para el resultado que había podido ver.
La cámara, sus componentes y su cubierta, están totalmente calcinados como era de esperar. ¿Qué objetivo tiene hacer esto? No sabemos el afán destructivo que tienen algunas personas pero, en cualquier caso, nos ha parecido una noticia curiosa de compartir para hoy 1 de enero. Si eres el cuñado de tu familia, ya tienes tema de conversación para la comida de hoy.
Vía | DayTripperPhoto