Cada día los delincuentes utilizan más las nuevas tecnologías para sus fechorías por lo que es lógico que las fuerzas de seguridad empleen los mismos medios para luchar contra ellos. Ahora hemos conocido un nuevo proyecto para conseguirlo ePOOLICE.
ePOOLICE une diversos organismos
Un equipo compuesto por diversos investigadores que cuentan con el asesoramiento de policías ha logrado crear un escáner que busca en internet pruebas de que se están cometiendo delitos como distribución de pornografía infantil, tráfico de drogas o personas o ciberdelincuencia.
En este proyecto internacional están envueltos investigadores de la Universidad de Granada, pero también la Oficina Europea de Policía, EUROPOL, la Guardia Civir, West Yorkshire Police de Reino Unido, Bavarian Police de Alemania y el Instituto Interregional de las Naciones Unidas para Investigaciones sobre la Delincuencia y la Justicia.
Juntos han conseguido desarrollar un sistema informático que se puede utilizar para encontrar en una web o en los correos electrónicos pruebas de que se está cometiendo un delito relacionado con crimen organizado.
ePOOLICE estudia las posibilidades de que se cometa un delito
ePOOLICE da la posibilidad de calcular las posibilidades que existen de que se produzca un delito de este tipo y cuenta con la financiación de la Unión Europea.
El escáner dispone de diferentes componentes diseñados por organismos europeos dedicados a la investigación, que monitorizan la red y generan alertas para identificar ciertas circunstancias que aumenten la posibilidad de que se cometa un delito por parte del crimen organizado.
Las tecnologías que emplea ePOOLICE son las más actuales que tienen que ver con el procesamiento del lenguaje natural, la representación del conocimiento, la minería de datos, la fusión de información y el análisis inteligente de Big Data.
El objetivo final es poder luchar contra la implantación y la expansión de los grupos organizados. Además, se encarga de crear un entorno seguro en el que utilizar los datos.
Por supuesto también en todo momento protege el derecho de cada individuo a la intimidad, pero sin olvidar el emplear la última tecnología para vigilar la seguridad de todos.
Sin duda un equilibrio que no es fácil de mantener.