Ser un influencer es un trabajo, aunque todavía haya muchas personas que no lo comprendan. Es un trabajo que puede ser muy gratificante y puede estar muy bien remunerado, pero un trabajo a fin de cuentas y, como tal, necesita regulación. Sin embargo, es una profesión tan nueva que hay muchas lagunas. En Francia ya están regulando el trabajo del influencer y se está centrando en conseguir buenas prácticas. Cuidado, porque si no cumples, el castigo puede ser una multa muy grande e incluso pena de cárcel.
Multa para el «mal» influencer: esto es lo que debes evitar si vives en Francia
Tal vez en esto también aplique aquello de «cuando las barbas de tu vecino veas cortar…». Y es que en Francia han incluido en su legislación algunos aspectos de la profesión del influencer. El más llamativo es que si se usan filtros, se deberá indicar expresamente. Con esto, se quiere luchar contra el daño psicológico que el uso de los filtros está ocasionando en los más jóvenes. Si bien al principio era un poco de color artificial o unos dientes más blancos, ahora hay filtros que pueden cambiar por completo la cara de las personas.
¿Y qué sucede si no se cumple? La multa puede ascender a 300.000 euros y dos años de cárcel. Mucho cuidado con las malas prácticas.
En España hay que etiquetas la publicidad o los regalos debidamente
Aunque España todavía no se ha pronunciado respecto al uso indiscriminado de los filtros, aquí sí que hemos tomado cartas en el asunto de la publicidad o los regalos. Cada vemos muchos contenidos que no tienen correctamente marcado el «ad» o «colaboración», pero la ley dice que esto es obligatorio. Tienes toda la información en el BOE, en la Ley 13/2022, de 7 de julio, General de Comunicación Audiovisual.