Nvidia ha golpeado muy fuerte el mercado gráfico con la presentación de su arquitectura Pascal. Si bien AMD le ha plantado cara de forma sobresaliente en la gama media y media/alta gracias a las Radeon 480, 470 y 460 basada en Polaris, por ahora no parece que tengan a nadie que les haga sombra en la gama alta, donde campan a sus anchas con unas GTX 1070 y 1080 que dominan el mercado gaming más extremo junto a la nueva Titan X.
Pero la cosa no ha quedado ahí, y es que gracias a las enormes mejoras en los apartados de consumo y eficiencia energética de su nueva arquitectura, el fabricante más verde del mercado se ha permitido el lujo de lanzar chips gráficos destinados a portátiles y soluciones integradas que son extremadamente parecidos y casi igual de potentes que los que podemos encontrar en las tarjetas gráficas de escritorio. El resultado de ello es una nueva generación de portátiles «gaming» con unas prestaciones bestiales que harían palidecer a la mayoría de ordenadores de sobremesa y que permiten jugar a 1440p sin problemas y saborear el 4K a unos 30FPS incluso con los juegos más modernos. Veamos cuales son las especificaciones de las nuevas GTX 1060M, 1070M y 1080M.
Un repaso a la serie GTX 1000M.
Han sido 4 los chips gráficos destinados al mundo de los laptops, veamos sus especificaciones:
Nvidia GeForce GTX 1080M (16nm N17E-G3).
La versión más potente del chip Pascal GP104 cuenta con 2560 CUDA Cores, 160 TMUs y 64 ROPs a unas frecuencias base y turbo de 1556 MHz/1733MHz y va a acompañada de 8 GB memoria GDDR5X @10 GHz con un bus 256 bits, ofreciendo un ancho de banda de 320 GB / s y una potencia de calculo FP32 de 7,967 GFLOPS.
Nvidia GeForce GTX 1070M (16nm N17E-G2).
La GeForce GTX 1070M hace uso de un chip GP104 con 2048 CUDA Cores, 128 TMUs y 64 ROPs , lo cual supone un chip más complejo que el encontrado en la versión de escritorio (1920/120/64). Esta mayor cantidad de CUDA Cores y TMUs tiene como finalidad compensar una menor frecuencia de funcionamiento respecto a su versión de escritorio, con unas frecuencias base y turbo de 1443 y 1645 MHz (1506/1683 MHz en el modelo de escritorio).
Al igual que la GTX 1080M, cuenta con 8 GB de memoria, pero de tipo GDDR5 @ 8.00 GHz que arroja un ancho de banda de 256 GB/s bajo un bus 256 bits. Su potencia de cálculo FP32 es de 5,911 GFLOPS.
Nvidia GeForce GTX 1060M (16nm N17E-G1).
La GeForce GTX 1060M pasa a utilizar un chip GP106 con 1280 CUDA Cores, 80 TMUs y 48 ROPs a una frecuencia Base/Turbo de 1405/1569 MHz (vs 1506/1709 MHz de la versión de escritorio) y se acompaña de 6 GB de memoria GDDR5 @ 8.00 GHz con una interfaz de memoria de 192 bits que arroja un ancho de banda de 192 GB/s. Su potencia de cálculo FP32 es de 3,597 GFLOPS.
Nvidia GeForce GTX 1050M.
Este chip no ha sido lanzado oficialmente al mercado, así que sus especificaciones son provisionales.
La GTX 1050M contaría con un total de 1024 CUDA Cores, 64 TMUs y 32 ROPs funcionando a unas frecuencias base/turbo de 1000/1100 MHz. La cantidad de memoria gráfica se quedaría en los 2GB GDDR5 con una frecuencia de 1250 (5000) MHz que arrojarían un ancho de banda de 80 GB/s bajo un bus de 128 bits. Su potencia de cálculo FP32 sería de 2,048 GFLOPS.
¿Jugar a 4K es posible con un portátil?.
Pues de pende de muchos factores. Lo primero que hay que tener en cuenta que a día de hoy existen muy pocos portátiles con una pantalla 4K, aunque siempre es posible usar alguna de las nuevas salidas de vídeo HDMI 2.0 y DisplayPort 1.4 para sacar vídeo 4k a 60 fps. La segunda cosa a tener en cuenta es que ni siquiera la GTX 1080 de escritorio permite jugar juegos 4K en calidad máxima a 60fps, pero sí que podremos al menos usar dicha resolución a unos 30fps según el juego elegido, y si no nos importa bajar un poco algún que otro detalle gráfico, conseguir unos 40/45fps para una experiencia perfectamente jugable.
La gente de Digitalfoundry ha elaborado este vídeo donde se puede ver el rendimiento gráfico de la GTX 1080M en relación a sus hermanas de escritorio y que permite hacerse una idea bastante exacta del tema. En él se puede observar que una GTX 1080M es capaz de ofrecer unos 30/40 fps en resolución 4K ejecutando juegos como The Witcher 3 o Assassin´s Creed Unity, y hasta se puede ver como con dos GTX 1080M en sli, es posible jugar a 4K a los ansiados 60fps. Si optamos por la GTX 1070M, el resultado dependerá del juego, manteniéndose entre los 25 y los 35 fps, eso sí, haciendo uso de filtros bastante básicos (FXAA). Aunque la GTX 1060M no parece en el vídeo, solo hace falta ver el rendimiento de la GTX 1070M para imaginar que su rendimiento no sería suficiente para obtener un mínimo de fluidez bajo 4K, pero sí que ofrecería un rendimiento excelente para jugar a 1440p.
Este vídeo resulta interesante porque nos permite ver varias cosas más. La primera es que el rendimiento de la GTX 1080M, cuando el portátil esta conectado a la red eléctrica, es prácticamente calcado al de la versión de escritorio, algo nunca visto hasta ahora, y que nos hace pensar que quizás Nvidia ha capado a propósito el chip presente en la GTX 1080 de escritorio. La cuestión queda clara cuando se observa el rendimiento de la nueva GTX Titan X, capaz de ofrecer un rendimiento bastante superior al de la GTX 1080, con una tasa que oscila entre los 40 y los 55 fps, lo cual supone un aumento de alrededor del 25% bajo 4K. Si tenemos en cuenta todas las críticas que recibió la anterior Titan X basada en Maxwell, la cual rendía peor en juegos que la 980Ti a pesar de su mayor precio, es normal que Nvidia haya querido reservar un GP104 más complejo para su Titan X que no se vea canibalizado por la GTX108o. Poderoso caballero es don dinero.
Poco a poco os iremos mostrando algunos portátiles que hagan uso de la GTX 1060M y sus hermanas. Eso sí, si estáis interesados en haceros con uno de ellos, podéis ir preparando la cartera, porque no son precisamente baratos.
