A finales de agosto os adelantamos el último intento de HTC de abrirse hueco en una concurrida gama media. Bajo el nombre de HTC Desire 10 Lifestyle, nos llegaron datos de una phablet de 5.5 pulgadas que parecía un paso adelante respecto a unos Desire 825, 630 y 530 presentados en el MWC 2016 y que resultaron ser tremendamente descafeinados. Aunque HTC parece haber avanzado en lo que a diseño se refiere, apostando por una gama de colores algo más seria y unas líneas con reminiscencias del HTC 10 (un terminal realmente bonito), no parece que quiera aprender de sus errores y sigue empeñada en vendernos hardware de hace 2 años a precio de oro.
Sé que puede parecer que somos muy duros con esta compañía, pero es que es realmente triste ver como una empresa que en su día fue una de las más pioneras en el mundo Android, es incapaz de corregir algunos errores tan fáciles de reconocer a simple vista. Y es que no pedimos que HTC ofrezca la relación calidad/precio de marcas como Xiaomi, LeEco, Meizu o incluso Huawei, pero sí que es verdad que incluso las grandes marcas como Samsung o Sony se están esforzando por crear una gama media algo más atractiva, aunque sea a pesar del evidente sobrecoste. Como es fácil opinar sin dar información, mejor pasamos a analizar que ofrecen el HTC Desire 10 Lifestyle y el HTC Desire 10 Pro.
HTC Desire 10 Lifestyle: Un Snapdragon 400, sí, habéis leído bien.
Vale, empecemos por el diseño. En su momento dijimos que nos gustaba y lo ratificamos. HTC deja de querer vendernos «colorines» y nos ofrece un aspecto elegante, serio y versátil, con un contorno biselado en metal y unas líneas doradas que le dan un toque premium. Eso sí, la primera decepción llega cuando nos damos cuenta de que el HTC Desire 10 Lifestyle está construido en plástico, a pesar de que su carcasa trasera no es extraíble. Bueno, lo pasamos por algo, el terminal luce bonito y así aligeramos algo de peso. Como colores disponibles tenemos blanco, negro, azul oscuro y azul celeste, algo bastante unisex y discreto.
Mientras que los botones de encendido y volumen se sitúan en el lado derecho, el lado izquierdo alberga una ranura para colocar dos tarjetas SIM (desconocemos tipo); y es aquí donde resolvemos una de las incógnitas de este smartphone, ya que sí que podremos usar una de dichas ranuras para ampliar el almacenamiento hasta los 2 TB mediante tarjeta Micro-SD, todo un suspiro de alivio si tenemos en cuenta que una de las versiones disponibles solo tendrá 16 GB de almacenamiento interno…
Si pasamos al apartado del hardware, continua la «fiesta». No es ya por una pantalla de 5.5 pulgadas que se conforma con una resolución HD (267ppi), algo que podemos tolerar en terminales chinos baratos que rondan los 100 euros (que ya os adelantamos que no es el caso), sino por que HTC vuelve a colocar el Snapdragon 400, un SoC que ya venía con el primer Moto G a finales del 2013 y que ya nos decepcionó ver en la Desire 630 y 825…
Volvemos a lo mismo, que veamos este quadcore para mover una terminal chino de 5 pulgadas HD y 100 euros de precio tiene un pase, que lo veamos en un dispositivo que ya adelantamos rondará los 300 euros, es para debatirse entre llorar mucho, o morirse de risa. Se ve que Qualcomm tenía que limpiar stock y le vendió el lote barato a HTC, porque si no, es que no se explica esta decisión. Ya no es que no hayan usado ni un octacore low cost como pueda ser el Snapdragon 430 o el Mediatek MT6753, es que no se han dignado ni a usar el SD410/415. Si pensamos además que la Desire 830 usa un MediaTek Helio X10, por qué no repetir al menos este SoC y acompañarlo de una pantalla Full-HD?
Si analizamos el resto de características nos encontramos con dos versiones de 2GB/16GB y 3GB/32 GB de memoria RAM y almacenamiento disponibles (respectivamente); siendo la primera bastante escasa para su precio, mientras que la segunda ya entra dentro de lo aceptable. Habrá que ver cual llega a España.
Las cámaras no sufren variaciones respecto de las primeras filtraciones, y nos encontramos con un sensor trasero de 13 megapíxeles para la cámara principal (F/2.2 28mm) y otro de cinco para la frontal ( F/2.8 33.7mm), eso sí, nos olvidamos del autoenfoque por láser, que queda en exclusiva para la versión Pro, al igual que el flash de doble tono. Por cierto, nada de lector de huellas.
El resto de especificaciones del HTC Desire 10 Lifestyle pasan por unas medidas de 156,9 x 76,9 x 7,7 milímetros, un peso de 155 gramos, conectividad 4G LTE Cat.4 (150/50 Mbps), WiFi 802.11n (2.4 GHz, sin ac), Bluetooth 4.1, NFC, AGPS + GLONASS, Android 6.0.1 Marshmallow personalizado por HTC y una batería que termina de rematarnos con una capacidad de 2700 mAh. Después de ver como LeEco mete mas de 4000 mAh en un chasis de 7.5 mm en su LeEco Le Pro 3, volvemos a preguntarnos si los ingenieros de HTC están trabajando o se dedican a jugar a Minecraft cuando no miran sus jefes.
El HTC Desire 10 Lifestyle estará disponible en Europa este mismo mes de septiembre, y aunque aún no tenemos precio oficial para España, sabemos que en Reino Unido tendrá un precio de 249 libras, por lo que será difícil hacerse con él por menos de 300 euros ( si es que hay algún insensato, que lo habrá, que decida comprarl0).
HTC Desire 10 Pro: una phablet bastante más interesante, pero que se presume cara.
Seremos más breves con el modelo más premium de los presentados. Mientras que ambos terminales comparten un diseño muy similar, en este caso nos encontramos con un chasis unibody que sí está construido en aluminio. Los colores disponibles también optan por la seriedad y podremos adquirir el HTC Desire 10 Pro en blanco, negro, azul marino y azul celeste. Aunque la cámara trasera sigue sobresaliendo más de lo que nos gustaría, al menos en este caso llega con un flash de doble tono, autoenfoque por láser y un lector de huellas como compañero, que deja de estar en el botón frontal. Ah, la resolución empieza a salir de la gama media y alcanza la gama alta con un total de 20 megapíxeles con apertura de f/2.2, mientras que la cámara frontal cuenta con un más que respetable sensor de 13 megapíxeles. Esta cámara frontal tiene además un gran angular de 150 grados, por lo que podremos hacer fotos casi panorámicas con la misma.
Al tratarse de la versión Pro, vemos como la pantalla de 5.5 pulgadas eleva su resolución hasta los 1920*1080 píxeles, mientras que el procesador se transforma en un respetable Mediatek Helio P10, una propuesta de gama media que ofrece un rendimiento muy solvente similar al del Snapdragon 625, pero que tendremos que pagar bastante caro. En el apartado de memoria, la gente de HTC nos habla nuevamente de dos versiones de 3/32 y 4/64 GB de RAM y almacenamiento según mercado, y aunque no sabemos cual llegará a España, cualquiera de las dos es bastante atractiva, por lo que aquí cesamos las críticas. Al igual que en el HTC Desire 10 Lifestyle, el almacenamiento es ampliable mediante Micro-SD hasta los 2 TB.
Acabamos hablando de las medidas del terminal, y aquí nos encontramos con un misterio digno de llamar la atención de Mulder y Scully; ya que el Desire 10 Pro tiene unas medidas de 156.5 x 76 x 7.9 mm, y un peso de 165 gramos, unas medidas y peso casi idénticos a los de su hermano, pero que sin embargo llegan con una batería de 3000 mAh. No es que estemos ante una batería de récord, pero entra dentro de lo aceptable. La cuestión es, ¿por qué no ha usado HTC la misma batería en el LifeStyle en vez de dejarnos con 2700 mAh?. Misterios del universo.
El resto de especificaciones del HTC 10 Desire Pro incluyen conectividad 4G LTE de categoría 6 (300/50 Mbps de descarga/subida), WiFi 802.11n (2.4 y ac de 5 GHz), Bluetooth 4.2, NFC, AGPS + GLONASS, altavoces con tecnología BoomSound y Android 6.0.1 Marshmallow personalizado por HTC.
Por ahora no hay ningún dato entorno a su precio, pero si valorábamos unos 300 euros por su hermano menor, habrá que dar las gracias si este lo conseguimos por menos de 400 euros. No sé a vosotros, pero a mi me parece caro, muy caro, salvo sorpresa.