La compañía minera australiana Fortescue Future Industries (FFI), ha completado la adquisición de la firma de ingeniería británica Williams Advanced Engineering (WAE). Esto marca un importante hito en su camino a construir el Infinity Train, que será el primer tren del mundo con cero emisiones gracias a su batería eléctrica recargable mediante nada más ni menos que energía gravitacional.
Infinity Train
El Infinity Train es un ambicioso proyecto que podría convertirse en la locomotora eléctrica a batería más eficiente del mundo; lo que no solo eliminaría la dependencia de combustibles fósiles de la ecuación, sino también la necesidad de la instalación de infraestructuras de generación y recarga de energías renovables.
Dicho eso, todavía no hay muchos detalles sobre la ciencia exacta detrás del Infinity Train, pero la premisa es la siguiente:
«Utilizar la energía gravitacional creada en las secciones cargadas cuesta abajo de la red ferroviaria de la compañía para recargar sus sistemas de energía de batería, eliminando así la necesidad de carga adicional para el viaje de regreso.»
La tecnología subyacente será desarrollada conjuntamente por Fortescue y WAE, y abordará el elefante en la habitación de las industrias pesadas: las emisiones de carbono. Asimismo, también hay planes para comercializar dicha tecnología de manera global.
En colaboración con Williams Advanced Engineering, Fortescue Future Industries busca combatir el cambio climático al desarrollar tecnologías verdes y dar a conocer a los líderes y políticos del mundo que el combustible fósil no es la única que existe en la actualidad. En este orden de ideas, la compañía reiteró su compromiso para reducir a cero sus emisiones para el año 2030.
De igual manera, el Infinity Train reducirá sustantivamente los costos operativos de Fortescue Future Industries. De ser un éxito, seguramente animará a otras compañías a seguir el ejemplo.
Una vez que el tren esté listo, se unirá a la flota verde de Fortescue; la cual también está en desarrollo y constará de camiones mineros con baterías de combustible de hidrógeno y trenes alimentados con amoníaco.
Vía | Fortescue