Científicos e investigadores de la universidad de Stanford están explorando varias formas para que las personas con discapacidades se comuniquen con sus pensamientos. Hasta el momento su mayor logro consiste en haber descifrado la actividad cerebral asociada a la escritura a mano, lo que en teoría permitirá traducir esos impulsos mediante sensores implantados en el cerebro. Posteriormente, un algoritmo se usa para identificar las letras que se intentan escribir y mostrarlas en pantalla en tiempo real.
Con mayor desarrollo, este invento podría permitir a personas con parálisis escribir rápidamente sin usar las manos, dado que lo único que se requiere es el intento o, mejor dicho, el impulso cerebral asociado a la escritura.
Comunicación impulsada por el pensamiento
Los autores de esta investigación, Krishna Shenoy y Howard Hughes, han marcado un hito en el campo de la neurociencia, uno que podría devolverles cierto nivel de control sobre sus vidas a personas que padecen de parálisis.
En los últimos años, el equipo de Shenoy ha decodificado la actividad neuronal asociada con el habla con la esperanza de poder reproducirla. También han ideado una forma para que los participantes de los experimentos usen sus pensamientos asociados con los intentos de movimientos del brazo para mover un cursor en una pantalla.
Cabe acotar que este no ha sido el único avance importante en la historia reciente de la neurociencia. Hace no mucho la iniciativa Neuralink de Elon Musk consiguió que un macaco jugara al Pong usando nada más que su mente y un implante en su cerebro.
Con eso dicho, hasta ahora nadie había mirado a la escitura a mano como un medio para captar señales cerebrales. El equipo de investigadores prevé el uso de este avance como parte de un sistema más complejo, el cual también incluye navegación point-and-click, algo muy similar a la que se usa en los teléfonos inteligentes actuales. Por lo tanto, tiene gran potencial para tratar desórdenes neurológicos que reduzcan la movilidad y habla de los pacientes, y en un futuro quien sabe que otras aplicaciones podría tener fuera del ámbito médico.
Vía | Techxplore