Lockheed Martin es una de las empresas estadounidenses más famosas dedicadas a la aeronáutica. Fruto de su trabajo ha sido el Lockheed SR-71, conocido en el mundillo como «el pájaro negro»o Blackbird, que ya en 1966 consiguió alcanzar una velocidad de Mach 3.65 gracias a su construcción en titanio y sus motores capaces de generar hasta 30000kgf (kilopondios) de empuje. Después de bastantes años sin avances significativos en el campo de la aviación supersónica, Lockheed Martin ha anunciado un nuevo avión diseñado en colaboración con la DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa). El nombre de la nueva criatura es Lockheed Martin SR-72, y sería el avión supersónico para uso militar más rápido hasta la fecha.
Lockheed Martin SR-72:El estatorreactor es la clave.
Fotografía del Lockheed SR-71, uno de los aviones más rápidos del planeta.
Según Mallyn Hewson, presidenta ejecutiva de la compañía, no es posible echar las campanas al vuelo todavía, ya que el Lockheed SR-72 no es aún una realidad viable. Parece ser que se han realizado importantes avances en el diseño y fabricación de un estatorreactor de combustión supersónica o Scramjet, una mejora del estatorreactor clásico en el que una parte o la totalidad del proceso de combustión se lleva a cabo de forma supersónica. Para que nos hagamos una idea del potencia de esta tecnología, mencionaremos que el X-30, un avión experimental de la NASA, ha sido capaz de alcanzar velocidades de Match 17, con un máximo teórico de Match 24 que aún no se ha conseguido.
El Lockheed Martin SR-72 estará destinado a uso militar y su objetivo es poder tener una capacidad de respuesta militar muy rápida que permita llegar a cualquier parte del mundo en menos de una hora para realizar misiones de ataque o reconocimiento.
En palabras de Mallyn Hewson, es posible desarrollar y fabricar el Lockheed Martin SR-72 a un precio «asequible» inferior a los 1.000 millones de dólares, un coste similar al de otros aviones tan famosos como el F-22. Aún así, tocará esperar, ya que hasta el año 2030 no veremos a esta maravilla de la tecnología formar parte de los ejércitos del país. Nos preguntamos para cuando podremos los demás mortales disfrutar de velocidades parecidas en la aviación civil, ¿a quien no le apetece volar a N.York en un par de horas?.
