Es uno de los mitos más extendidos en verano. Que el móvil se ahogue es relativamente habitual en la temporada estival, ya sea en la piscina, en el mar o incluso, reconócelo, tú también conoces a alguien que ha tirado su smartphone al WC. Inmediatamente, la primera recomendación de tu cuñado sería la de meter el móvil en arroz. Pero, ¿funciona o no? Te lo contamos.
Meter el móvil en arroz y otros mitos del verano
Hemos hablado con los especialistas de PcComponentes para que nos den algunas recomendaciones sobre la vida de nuestro smartphone en verano. Y han querido desmontarnos ciertos mitos sobre qué hacer si el móvil se ha caído al agua o a la piscina:
Meter el móvil en arroz: Es cierto que el arroz puede absorber la humedad, pero también puede dejar residuos como el almidón, que a medio plazo provocará otros daños en el dispositivo.
Usar secador: Podemos pensar que el secador de pelo ayuda a secar el smartphone, y obviamente así es. Pero también puede propulsar el aire hacia otras zonas de más difícil acceso y mojar otras partes del terminal.
Cargarlo como si nada: Esto no solo es un error, si no que también puede ser muy peligroso. Peor si tu móvil se acaba de mojar, aunque creas que está funcionando con normalidad, deberías dejarlo unos días para que se seque completamente. Si lo ponemos a cargar inmediatamente, los contactos de los cables de carga pueden estar húmedos y convertirse así en peligrosos transmisores de electricidad.
Consejos para evitar daños del agua en el móvil
Toma nota de estos consejos:
- Usa siempre fundas impermeables cuando vayas a la playa o la piscina.
- Utiliza carcasas o protectores de pantalla.
- Aunque el móvil sea resistente al agua, evita que se moje ya que una y otra vez puede ocasionar corrosión.
- No expongas tu móvil al sol. Igual que buscas sombra para ti, búscala también para él.
Según señala Alicia Vicente, responsable de Comunicación y Brand Manager de PcComponentes, “es importante saber bien cómo actuar ante imprevistos relacionados con el agua para asegurarnos de que los daños a nuestros dispositivos sean lo más leves posible y, sobre todo, que no desencadenan situaciones de peligro para el usuario”.