La NASA acaba de lanzar al espacio a TEMPO un instrumento de control de calidad del aire cuya característica principal es la alta resolución. El nombre de esta tecnología se debe a las siglas de Emisiones troposféricas: Monitoreo de la contaminación, un diseño que permitirá a los científicos tener una visión única del comportamiento del aire tal y como se ve desde el espacio.
TEMPO fue lanzado desde Cabo Cañaveral en Florida gracias al empleo de un cohete Spacex Falcon, con el firme propósito de mejorar y preservar la calidad de vida en la tierra. Su misión básica pasa por monitorear los principales ejes contaminantes presentes en el planeta. Por ejemplo, ver cómo es la contaminación causada por el tráfico en las horas de mayor afluencia vehicular, la incidencia de las emisiones volcánicas y los incendios forestales.
Para poner en contexto las causas de la creación de Tempo, es suficiente con leer las palabras de Bill Nelson, administrador de la NASA:
“La misión Tempo se trata de algo más que estudiar la contaminación: se trata de mejorar la vida en la tierra para todos…los datos de la NASA ayudarán a mejorar la calidad del aire en América del Norte y proteger nuestro planeta”.
Tempo, un monitoreo continuo las 24 horas del día
En otros detalles, se reveló que Tempo funcionará desde una órbita estacionaria sobre el Ecuador. Este instrumento monitoreará la calidad del aire a toda hora del día en un espacio de varias millas cuadradas.
Las mediciones de esta tecnología mejorarán exponencialmente la captación y el registro de datos sobre los principales contaminantes. Esto incluye la observación de la capa de ozono, el óxido de nitrógeno, el formaldehido y el dióxido de azufre, entre otros.
Por último, TEMPO recorrerá América del Norte cada una de las 24 horas del día y enviará los datos recolectados a la estación terrestre de Intelsat Riverside, California; para luego entregars a los científicos para su análisis. También se conoció que este instrumento estará listo para iniciar sus monitoreos a fines de mayo o en su defecto a principios de junio.
Vía | NASA