Neuralink, la compañía de interfaces cerebro-computadora de Elon Musk promete revolucionar el campo de la neurotecnología, llevando esta tecnología a las masas en un futuro cercano. Y según relató el exitoso empresario, el proyecto Neuralink ya consiguió permitir a un mono jugar videojuegos utilizando el poder de su mente. Un par de meses después del avance, parece que la compañía finalmente está dispuesta a enseñarle al público su progreso con este vídeo de un mono jugando al clásico Pong mediante su tecnología de implantes.
Lo que estás viendo no es un montaje o un April Fools’, se trata de una prueba exitosa de la tecnología Neuralink implantada en ambos lados del cerebro de un macaco de 9 años llamado Pager.
Lo primero que vemos es al macaco operar un sencillo juego donde debe llevar el cursor hacia el punto seleccionado, esto mediante el uso de un clásico Joystick. Sin embargo, a medida que el experimento avanza, se desconecta dicho Joystick para probar que Neuralink registra exitosamente la actividad cerebral de Pager asociada a las señales motoras, que luego se traduce en comandos de entrada en el juego.
Neuralink ¿Cómo funciona?
En pocas palabras, Neuralink puede rastrear la actividad cerebral de Pager mediante el análisis de datos de sus neuronas, las células nerviosas encargadas de enviar señales motoras a los músculos. El experimento va más allá para demostrar que el macaco incluso puede jugar al Pong con más nada que su mente.
A monkey is literally playing a video game telepathically using a brain chip!!
— Elon Musk (@elonmusk) April 9, 2021
En efecto, tal como lo pone Elon Musk, “un mono está literalmente jugando un videojuego telepáticamente usando un chip cerebral.”
Por lo que podemos ver, el rendimiento de Pager no decae en lo más mínimo al no tener más que su mente para controlar el videojuego. Incluso a medida que el juego aumenta el ritmo, el macaco permanece confiado en sus habilidades para jugar al Pong.
Lo cierto es que Neuralink tiene un gran potencial y muchas aplicaciones, desde devolver cierto nivel de movilidad a personas con parálisis, hasta permitirnos interactuar con nuestro smartphone u ordenador con la mente. Cuando combinamos lo anterior mencionado con un procedimiento de implante que tan solo costaría $5.000 dólares, podemos empezar a percatarnos de lo innovador y visionario que es este proyecto, el cual podría cambiar para siempre el cómo interactuamos con la tecnología.