Junto con los nuevos dispositivos de la compañía (Versa 4, Inspire 3 y Sense 2), Fitbit ha presentado también nuevos avances, como la gestión proactiva del estrés. Hoy te contamos qué es, cómo funciona y qué parámetros tiene en cuenta.
Qué es la gestión proactiva del estrés
Se trata de un nuevo algoritmo que, mediante la combinación de diferentes mediciones, es capaz de detectar y registrar nuestros niveles de estrés, ayudándonos a trabajar en él, dándonos pautas para combatirlo y ofreciéndonos datos para saber cómo reaccionamos a determinados estímulos y cómo podemos evitar que en el futuro se nos vuelva a disparar.
Cómo funciona
Este algoritmo realiza las siguientes mediciones:
- Frecuencia cardíaca
- Variabilidad de la frecuencia cardíaca
- Actividad electrodérmica 24/7 a través del sensor cEDA
- Temperatura cutánea
Con estos datos, el software es capaz de identificar cuándo se desencadena una situación de estrés. Y aquí entra en juego el tercero y cuarto paso.
Intervención y reflexión
Las últimos dos fases de la gestión proactiva del estrés de Fitbit es la intervención y la reflexión. Con la intervención, se busca que el usuario sepa manejar y controlar estas situaciones de estrés, avisando al usuario cuando se detecta un pico y ofreciéndonos la posibilidad de gestionar el estrés, desde la muñeca o desde el smartphone, con pautas para relajarnos (mindfulness, respiración, caminar…).
Por último, la parte de reflexión ofrece oportunidades de introspección y concienciación para ayudarnos a aprender más sobre las reacciones de nuestro cuerpo, saber qué nos ha podido estresar en determinados momentos del día y saber gestionarlo mejor cuando volvamos a encontrarnos en una situación similar.
El estrés está muy arraigado en nuestros días, pero es algo que sin duda tenemos que aprender a gestionar ya que puede tener efectos muy nocivos sobre la salud a corto, medio y largo plazo.
Vía | Fitbit