Hace muchos años que empezamos a hablar de robots, y que nos imaginábamos un robot con el que podíamos conversar, y que nos hacía las tareas de la casa. Nada más lejos de la realidad.
Por el momento, lo que tenemos en casa lo llamamos robots, pero bajo mi punto de vista no es ni mucho menos lo que nos vendieron hace unos años. Ejemplos de ello son el robot de cocina o el robot aspirador.
¿Cuando tendremos robots de verdad en casa?
Creo que para que esto ocurra todavía hay mucho camino que recorrer. Por un lado tenemos la inteligencia artificial, que en los últimos años ha avanzado bastante y parece que lo va a seguir haciendo. La inteligencia artificial es primordial para que tengamos robots en casa que puedan interactuar completamente con humanos. Esto implica también que cada robot tiene que tener una capacidad de cómputo bastante alta, o quizá esta capacidad de cómputo sea trasladada en los próximos años a la nube con la ayuda de la tecnología 5G. Hasta aquí todo muy bonito, pero surge la pregunta de siempre, ¿Podrán los robots con inteligencia artificial dejar de obedecer a los humanos?
Por otro lado tenemos la problemática legal. Todavía no estamos preparados para ello. Por ejemplo, ¿que pasa si tu robot daña (sin intención o con ella) al hijo del vecino? ¿De quién es la culpa? ¿Tuya, del fabricante del robot, del propio robot? Son problemas que tenemos que resolver y no sabemos aún como, pero ya se trabaja en ello con los coches autónomos por ejemplo, ya que se dan problemáticas parecidas.
También tenemos el problema del precio. El coste de fabricación de robots humanoides con inteligencia artificial es demasiado caro por el momento, sobre todo debido a la cantidad de sensores que el robot debe incluir. Esto implica un coste de compra inalcanzable.
De lo que no tenemos duda, es de que la tecnología ha avanzado muchísimo, y cada vez estamos más cerca del futuro que nos prometieron.
Mientras tanto, robots en la industria.
Es en la industria dónde actualmente de le está sacando muchísimo provecho a los robots. O más bien, a los brazos robóticos…
Por ejemplo, existen los robots colaborativos en la industria, también llamada industria 4.0. Este paso fue un paso muy importante, ya que se consiguió optimizar cadenas de montaje con menos intervención humana y evitando muchos errores que antes se producían. Empresas como continental (que no solo se dedica a fabricar neumáticos) utiliza este tipo de robots colaborativos para automatizar la manipulación y fabricación de los circuitos impresos, lo que redujo en un 50% el tiempo de creación de estos circuitos si lo comparamos cuando el proceso era realizado por humanos.
Otra de las tecnologías que puede ayudar a la evolución de los robots en la industria (y también a la evolución de los robots domésticos) es la tecnología blockchain. Con ella, distintos robots podrán tomar decisiones conjuntas para optimizar su trabajo, de una forma segura, preestablecida y sin que se pueda hackear.