El Samsung Galaxy Note 9 ha sido uno de los lanzamientos más esperados de este año, pero finalmente está aquí y muchos sienten curiosidad por los cambios que trae consigo el nuevo buque insignia de la compañía. Algunos sentimos incluso más curiosidad que otros y nos preguntamos cómo ha cambiado por dentro; en esta oportunidad atenderemos a ese último grupo de personas, y tomaremos una mirada a los componentes internos del Samsung Galaxy Note 9, con especial énfasis en el sistema de refrigeración líquida que ha sufrido actualizaciones.
Samsung Galaxy Note 9: ¿Qué hay por dentro?
Si bien por fuera el Samsung Galaxy Note 9 y el Galaxy Note 8 no son muy diferentes, por dentro sí que lo son. Externamente las medidas son casi las mismas, pero el Galaxy Note 9 sobresale como el más grande y pesado, aunque por cifras indistinguibles en la vida real.
No obstante, es la parte de adentro la que nos importa, y al destaparlo se puede evidenciar la certificación IP68 contra el agua y polvo con que cual cuenta el dispositivo, no en vano los conectores están recubiertos de goma y aislados. El receptor para el S-pen también está pegado.
Hasta ahora todo sigue igual en comparación con su predecesor, pero pronto nos damos cuenta que el conector para el sensor de huellas dactilares está ubicado debajo de las cámaras – primera diferencia-.
Un detalle que nos alegra ver, es que ahora el conector USB tipo C ya no está soldado a la placa base, en vez de ello es independiente. Esto implica que en caso de dañarse o romperse, no será necesario reemplazar la placa base en su totalidad, así que pulgares arriba para Samsung por esta decisión.
Se puede apreciar que el compartimiento del Samsung Galaxy Note 9 que aloja al S-pen, se ha visto reducido en tamaño, lo cual es algo positivo pues evita movimientos no deseados de este.
Carbon-Water Cooling system
Por último, tenemos a lo más importante, el sistema de refrigeración líquida «Water-Carbon» como lo llama Samsung. El mismo posee un disipador de calor tres veces más grande que el visto en el Galaxy Note 8, que está compuesto por tuberías de cobre que contienen líquido refrigerante.
Es temporada de Fortnite y PUBG Mobile, así que es natural ver a los fabricantes de Smartphones enfocados en combatir al principal enemigo de los terminales de alto rendimiento: el calor generado por la intensa carga en el CPU y la GPU por largos períodos de juego.
Samsung asegura que las mejoras realizadas pueden prevenir el sobrecalentamiento y disipar el calor con mayor efectividad (hasta 21% según la compañía).
Con lo anterior en mente, sería natural pensar que el Samsung Galaxy Note 9 es mucho mejor en disipar el calor y mantenerse frío que su predecesor, pero de acuerdo con los resultados obtenidos por Tom’s Guide, este no es el caso, ya que su SOC estaría generando más calor, y el sistema de refrigeración líquida mejorado solo está ahí para compensar por la situación.
Según las pruebas realizadas, ambos dispositivos están codo a codo. Después de una sesión de 15 minutos con CPU Loader y 3DMark Slingshot Extreme Unlimited corriendo al unísono, los dos terminales exhibían una temperatura de 37,7° grados celsius.
El Benchmark de 15 minutos de AnTuTu ejecutado dos veces, arrojó una temperatura de 37.5 grados Celsius en el Galaxy Note 8 y de 38,1° grados Celsius en el Galaxy Note 9.
Lo anterior mencionado resulta en que el Samsung Galaxy Note 9 es igual de eficiente que el Galaxy Note 8 a la hora de mantener sus temperaturas en orden, aunque a veces se queda por detrás dependiendo de los factores.
Sin embargo, sigue siendo un logro de ingeniería elogiable para el fabricante coreano, que ha logrado meter más potencia y autonomía en un paquete del mismo tamaño. Aunque definitivamente este no es el más «cool» del mercado.
Vía |Hi – Tech Mail.Ru