En el mundo de los wearables el Apple Watch sigue siendo el rey. No es de extrañar que cuando cogemos dispositivos de otros fabricantes nos recuerden a este, en mayor o menor medida. De los que hemos probado últimamente, el Samsung Galaxy Watch Active nos ha recordado en algunos momentos al reloj de la manzanita, aunque con notables diferencias.
¿Estás pensando en comprártelo? Te contamos los puntos fuertes y débiles del último smartwatch presentado por Samsung.
Contenido de la caja del Samsung Galaxy Watch Active
El packaging del Samsung Galaxy Watch Active no le hace ningún favor al producto que tenemos con nosotros. Se trata de una caja de dimensiones muy reducidas, en cuyo interior encontramos el reloj, media correa de repuesto del mismo color (no entendemos lo de que sea solo media) y el cargador, una pequeña base redonda con USB.
El producto, a primera vista, tampoco parece premium, por lo que nuestra primera impresión puede ser algo negativa. Pero tranquilo, enciéndelo y empieza a utilizarlo para darte cuenta de que las primeras impresiones a veces fallan.
Diseño y pantalla del Samsung Galaxy Watch Active
Al llevar el apellido Active ya podemos hacernos una idea de que es un smartwatch pensado por y para el deporte. Por lo tanto, la propia pulsera tiene un aspecto básico, su diseño no te servirá para cualquier ocasión (para una fiesta o si tienes una reunión donde debas vestir casi de etiqueta), sin embargo ten en cuenta que puedes cambiar la correa a cualquiera de 20 mm, por lo que lo ideal sería tener la original y una compatible más arreglada.
La esfera es circular, con un tamaño de 1.1 pulgadas de pantalla y dos pequeños botones a los lados. No tratan de imitar las manecillas de un reloj, son bastante planos pero responden muy bien.
¿No es un reloj, a priori, para vestir? No. Pero tampoco pretende convertirse en eso. El Samsung Galaxy Watch Active es de los mejores relojes inteligentes que hemos probado para hacer deporte: transpira bien, es muy muy cómodo y es resistente al agua (IP68) y por supuesto al sudor.
El cierre está integrado en la propia correa, bastante original, bonito y cómodo.
La pantalla como hemos dicho es una esfera circular de 1.1 pulgadas con resolución 360 x 360 píxeles y tecnología Super AMOLED. La calidad de visionado es perfecta tanto en interiores como en exterior y el nivel de brillo más que suficiente.
Podemos personalizar las esferas y aunque no tenemos tantísima cantidad como en Wear OS, podemos descargar más de la Galaxy Store, tienda que cuenta con un catálogo que se va actualizando para que no llegues a aburrirte de la esfera de tu reloj.
La respuesta táctil de la pantalla es muy buena y la fluidez de desplazamientos entre menús también nos ha dejado muy buen sabor de boca.
¿Cómo lo utilizamos con nuestro smartphone?
La vinculación con un smartphone Huawei nos ha resultado algo «especial». No es que sea compleja, ni complicada, pero sí que debemos instalar varios complementos para que funcione al 100% y los cuales nos envían notificaciones continuamente.
En nuestro caso, nos ha pedido instalar Samsung Accesory Service, Galaxy Wearable, Samsung Health (desde donde veremos nuestra actividad) y Watch Active Plugin.
Funcionalidades e interfaz, ¿le vamos a sacar partido?
Pero vamos al verdadero jugo. Lo que de verdad va a hacer que un wearable te acompañe diariamente no es ni su diseño ni la facilidad de emparejamiento con el móvil ni siquiera las especificaciones técnicas de su hardware. Lo realmente importante es su funcionamiento en la práctica.
Contamos con Tizen, un viejo amigo que probamos en el Samsung Galaxy Watch y que nos enamoró. Las apps aparecen en forma de corona y podemos instalar todas las que nos permitan la memoria interna (viene con 4 GB pero tenemos disponibles para el usuario 1.1 GB, a priori suficiente teniendo en cuenta el peso de las apps para wearables). En la Galaxy Store contamos por ejemplo con calculadora, Spotify, un controlador para Youtube, juegos, esferas, conversores de moneda, GPS, monitores de actividad física… Podemos poner accesos directos personalizados, algo muy útil.
Hablando de monitorización, podemos medir actividad física, sueño y salud.
La salud la controlamos a través del sensor de ritmo cardíaco incorporado, el cual nos da bastante información, tanto en el momento como histórico. Está monitorizando 24/7. También podemos medir nuestro estrés y seguir algunos ejercicios guiados para relajarnos.
En cuanto a la actividad física, podemos llevar un registro completo de pasos, distancias, calorías, velocidad… además de incluir diferentes tipos de deporte para que la fiabilidad de los resultados sea más óptima. En este sentido, Tizen es de los más completos que hemos probado y en este caso concreto hace gala de su nombre Active y no nos decepciona en la monitorización de actividad física.
En cuanto al sueño debo decir que normalmente solo lo uso cuando el wearable que tengo es para review y no me queda más remedio que probarlo, porque suele ser bastante incómodo dormir con un reloj. Dormir con el Galaxy Watch Active es muy cómodo, algo que facilita esta tarea. A la mañana siguiente podremos ver las fases que hemos atravesado, las horas que hemos dormido e incluso si ha sido un sueño eficaz. También se van almacenando los datos para llevar un registro histórico.
Por último, las notificaciones es otro de los puntos que más valoro en un reloj de este tipo, ya que al final, en mi caso personal, lo utilizo principalmente para no tener que sacar el móvil del bolsillo a cada minuto. La gestión de notificaciones me ha gustado mucho, podemos elegir las apps que queremos que se sincronicen y las que no y por ejemplo en el caso de Whatsapps podemos abrirlos y responder con alguna de las respuestas preestablecidas, algo que nos va a ahorrar bastante tiempo y, como digo, nos evitará sacar el móvil del bolso/bolsillo para responder con un simple Ok o un Ya voy en camino.
La batería es uno de los puntos flojos de la mayoría de estos dispositivos y en este caso aunque llega con solvencia al final del día, incluso en algunos casos puede durarnos hasta 2 días, todavía está lejos de marcas que consiguen otros como el Huawei Watch GT Elegant. El tiempo de carga de 0% a 100% es de 120 minutos exactos.
Características técnicas del Galaxy Watch Active de Samsung
Samsung Galaxy Watch Active | |
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Dimensiones | 39.5 x 39.5 x 10.5mm / 25 gramos |
Colores | Blanco, azul y negro |
Resistencia | IP68 |
Sistema operativo | Tizen |
Pantalla | 1.1 pulgadas Super AMOLED (360 x 360) |
Cámara | No |
Conectividad y sensores |
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Batería |
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Idiomas | Español, entre otros |
Compatibilidad |
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Disponibilidad y precio del Samsung Galaxy Watch Active
Hemos cazado el Samsung Galaxy Watch Active por un precio entre 200 y 250 euros, disponible en cuatro colores (negro, plata, verde azulado y rosa).
Le recomendaríamos el Samsung Galaxy Watch Active a quien busque un smartwatch con un sistema operativo completo y estable, buena interacción con las notificaciones y buena monitorización de datos.
Por el contrario, no se lo recomendaríamos a quienes primen una gran autonomía por delante de otros factores o a quienes hayan probado Wear OS y no quieran cambiar de sistema operativo bajo ningún concepto.
Por todo esto, le otorgamos al Samsung Galaxy Watch Active el GizAward de oro.
- Diseño muy cómodo
- Variedad de colores
- Precio correcto
- IP68
- Buena calidad de pantalla
- La correa se puede intercambiar
- Tizen funciona muy bien y la interfaz es muy visual
- Buena monitorización de actividad física y salud
- Registro completo del ritmo cardíaco
- Buena interacción con las notificaciones
- Tiempo de carga correcto
- Para algunas muñecas los 40mm puede ser un tamaño muy pequeño
- Tenemos que cargarlo casi a diario
- Instala muchos complementos en nuestro smartphone