Probablemente sufres tecnoestrés y no te has dado cuenta. O eres un nomófobo y te cuesta reconocerlo. No existe ningún médico especializado en estas tecnopatías, «dolencias del siglo XXI», pero ayudarte a reconocerte en alguno de los siguientes perfiles probablemente te ayudará a desconectar tu vida virtual un rato y volver al mundo real.
Tecnopatías, ¿conoces las dolencias del S.XXI?
Nomofobia:
Este concepto cada vez es más conocido y es que no es ni más ni menos que un miedo irracional a separarse del teléfono móvil. Quien sufre nomofobia no es capaz de salir de casa sin él e incluso actividades rutinarias como darse una ducha o trabajar se ven interrumpidas con cada notificación entrante. Un 77% de la población sufre nomofobia, ¿exagerado? Me temo que no.
Tecnoestrés:
Lo habitual es que todas estas tecnopatías estén relacionadas entre sí. El tecnoestrés es esa saturación de tecnología que tenemos en nuestra vida, de la que sin embargo no sabemos desconectar ni siquiera de vacaciones. Tan solo un 1.5% de las personas dejan su móvil en casa cuando salen de viaje. Hoy en día, resulta imperdonable no subir a Instagram esa foto en la playa o repasar Twitter para estar informado de los últimos temas del momento. Todo esto puede derivar en una ansiedad difícilmente controlable que nos acompaña 24 horas al día.
Síndrome de la llamada fantasma:
Oyes tu móvil, ya sea una llamada o una notificación, varias veces al día y sin embargo cuando vas a mirarlo no hay nada. Seguro que esta situación te resulta familiar y es que a todos nos ha pasado alguna vez. ¿La explicación? El cerebro está tan acostumbrado a agudizar los sentidos para escuchar el móvil que creemos que suena incluso cuando no lo ha hecho. También funciona con las vibraciones.
WhatsAppitis:
Aunque suene a broma, muchos médicos utilizan ya este término para designar a un tipo de tendinitis cada vez más frecuente en las consultas. Un uso excesivo de las aplicaciones de mensajería instantánea puede llegar a causarnos serias molestias en los dedos, llegando incluso a convertirse en crónicas si no le prestamos atención a tiempo. ¿La solución? Desconectarnos un rato cada cierto tiempo, no mantener siempre la misma postura… o utilizar la versión web de estas aplicaciones… A grandes males, grandes remedios.
Apnea del Whatsapp:
Y de nuevo relacionado con el punto anterior, surge la última de las tecnopatías que hoy te queremos contar. La apnea del Whatsapp es esa necesidad imperiosa de consultar la app incluso aunque no tengamos ninguna notificación, algo por otra parte extraño ya que nuestro móvil está prácticamente todo el día sonando. ¿Los culpables? Apostamos que son tus amigos, esos que puedes reconocer fácilmente en estos 10 tipos de usuarios de Whatsapp.
Estás en lo correcto mi querido doctor.