El gran Elon Musk lo ha vuelto a hacer. Todavía es pronto para lanzar campanas al vuela; la producción del Tesla RoadSter 2.0, la versión renovada de este deportivo eléctrico presentado originariamente en 2006, se espera que esté a pleno rendimiento en 2020. Lo de ayer fue el truco final de un gran ilusionista como el bueno de Elon: sabiamos de su camión pero, tras la presentación de este, vino la del «coche de producción más rápido que se haya fabricado. Punto”. Es eléctrico, tiene una autonomia expectacular y anda que se las pela.
El coche de producción más rápido que se haya fabricado. Punto”; firmado, Elon Musk.
Estas fueron las palabras escogidas por Elon para su presentación al mundo del Tesla RoadSter, un deportivo de lujo eléctrico que para nuestro entender está sentando las bases de lo que inevitablemente se avecina. Si Steve Job fue calificado de visionario, Elon Musk se ha ganado el título de digno sucesor a su muerte. Estamos simple y llanamente ante el futuro de la automoción en los albores de este segundo milenio.
Números de vértigo.
Con una carrocería 100% fibra de carbono expectacular y un diseño minimalista pero agresivo que cuida los detalles al máximo, lo interesante de este Tesla RoadSter son sus prestaciones. Según la web oficial, sus baterías de ion litio de 200 kWh consiguen una autonomía de 1000 kilometros, un par motor de 10.000 Nm, con una aceleración de 1,9 segundos a los 100k/h y 4,2 segundos a los 160k/h y una aceleración máxima por encima de los 400k/h. Para los amantes del motor, estamos hablando de que le baja medio segundo al todopodero Bugatti Chiron (de cero a cien kilómtros hora en 2,4 segundos). ¡Ahí es nada!
Los fanáticos de Tesla están entusiasmados; esta presentación los ha cogido totalmente por sorpresa. Por otra parte, los más realistas, andan algo decepcionados: el Tesla RoadSter no llegará a manos de sus dueños hasta 2020. Habrá una versión especial «fundadores» para los 1000 primeros que lo reserven. A partir de entonces, el modelo básico tendrá un precio de 170 mil euros. Para otros, incluso, Elon Musk no es más que un vendedor de humo. No se creen los datos aportados y critican la osadía de presentar lo que para ellos no es más que un nuevo prototipo.
Si nos preguntáis a nosotros, está más que claro: el Tesla RoadSter es el coche que nos quita el sueño, amor a primera vista, y auguramos un futuro prometeder tanto para la máquina como para el hombre que se oculta tras ella.
Los comienzos nos son fáciles, abrir camino es siempre temerarío y arriesgado, pero Elon cuanta a sus espaldas con el respaldo y el respeto que se ha ganado dignamente con su Model S. Tesla no parecía estar pasando por un bueno momento debido a sus problemas de producción; esperemos que todo esto sirva de empujón.