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Test de tarjetas Micro-SD de bajo coste: 4 propuestas a análisis.

Javier Cordovilla

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Cortesía de la tienda Online www.everbuying.net hemos recibido 4 tarjetas de memoria Micro-SD de alta capacidad, y nosotros, ni cortos ni perezosos, nos hemos propuesto averiguar si es verdad o no aquello que dicen las malas lenguas de que todas las tarjetas Micro-SD son iguales y que lo mejor es comprar siempre la más barata. Ya os adelantamos que dicho «mito» tiene poco de cierto y que además, la clase de la tarjeta no es lo único que tendremos que tener en cuenta a la hora de adquirir una Micro-SD para nuestro gadget, cámara o dispositivo favorito. Empezamos con nuestro Test de tarjetas Micro-SD.

Un poco de repaso antes de entrar en faena.

Un breve repaso a los distintas clases de Tarjetas Micro-SD.

A la hora de elegir que tarjeta Micro-SD comprar, tenemos que tener en cuenta un par criterios principales. El primero es la capacidad de la tarjeta, donde tenemos 3 clases en base al tamaño máximo que estas son capaces de soportar:

• SD SC (Standard Capacity): son capaces de almacenar hasta 2GB de datos.
• SD HC (High Capacity): permiten guardar hasta un máximo de 32GB.
• SD XC (eXtended Capacity): pueden almacenar hasta 2TB (2.000GB).

Aunque la capacidad de la tarjeta pueda parecer una cuestión baladí, para nada es así, pues no todos los dispositivos son capaces de soportar todos los tipos de tarjetas. Así, por ejemplo, si usamos una tarjeta HC de 32 GB en un dispositivo que solo es capaz de manejar tarjetas SC, no se guardarán correctamente los datos y tendremos datos corruptos o simplemente desaparecidos. Hay que tener en cuenta que aunque algunos lectores están clasificados como de categoría HC, son incapaces de manejar correctamente tarjetas de más de 4GB, por lo que deberemos informarnos con detalle de cual es la capacidad máxima que es capaz de leer y escribir nuestro dispositivo.

El soporte de un aparato para una determina tarjeta es retroactivo, es decir, si nuestra cámara réflex soporta tarjetas SD XC, podrá leer sin problemas los otros dos tipos de menor capacidad, y si nuestro smartphone soporta tarjetas SD HC, podrá leer las HC y las SC, pero no las XC. ¿No es muy difícil no?.

Gama 2015 de Samsung que refleja los varios tipos de tarjetas en base a su velocidad.

El segundo criterio a tener en cuenta a la ahora de elegir una Micro-SD es la velocidad de la misma, un rasgo que es tan o más importante que el anterior. La razón es que no todos los dispositivos necesitan leer y escribir datos a la misma velocidad para funcionar correctamente. Si por ejemplo queremos grabar vídeo en resolución 4K, o hacer un «time-lapse» muy rápido de 5 fotos por segundo a 16Megapíxeles, necesitaremos una tarjeta que sea capaz de escribir toda la información a la velocidad adecuada si no queremos que se pierdan datos o la cámara funcione de forma inadecuada.

La velocidad de una tarjeta Micro-SD viene dada por su clase, la cual viene señalada en toda las tarjetas con un número situado dentro de una C mayúscula. Cabría pensar que cuanto mayor es el número de la clase, más rápida es una tarjeta, pero la realidad no es siempre así. La razón de ello es que a partir de las tarjetas SD HC la clase indica la velocidad mínima (que no máxima) de escritura que la tarjeta es capaz de ofrecer, lo cual es bastante importante en base al flujo de datos que vayamos a manejar, ya que no es lo mismo grabar un vídeo en un smartphone básico con calidad VGA a 30 fps, que hacerlo en un gama alta a Full-HD@60 fps. Mientras que en el primer caso nos bastaría una tarjeta de clase 4, para el segundo sería más que recomendable una tarjeta de clase 10. En las especificaciones de nuestro dispositivo podremos encontrar a qué velocidad es capaz de transferir los datos a la tarjeta Micro-SD, para así saber que clase necesitamos y conseguir que este funcione de manera óptima.

Estas son las clases de tarjetas:

• Clase 2: garantiza una grabación mínima de 2MB por segundo, más que suficiente para una foto en calidad HD.
• Clase 4: capaz de grabar a 4MB por segundo, el tamaño común de una canción guardada en formato MP3.
• Clase 6: (creo que lo adivináis no?).
• Clase 10: garantiza una escritura mínima de 10MB por segundo, últimamente son las tarjetas más utilizadas pues son especialmente indicadas para manejar flujos de vídeo en Full-HD.
• UHS: Además de la velocidad de la tarjeta, otro factor que influye en su rendimiento es el bus de la misma, el cual es la velocidad a la que la información se envía entre el dispositivo y la tarjeta SD. A partir de la clase 10 se instauró lo que se conoce como Bus de Ultra Alta Velocidad (Ultra High Speed), el cual puede ser a su vez de clase I o II, y que veremos impreso en todas las tarjetas de clase 10 con las iniciales UHS seguidas de un número romano. En el caso del Tipo II, la tarjeta nos garantiza una escritura mínima de 30MB por segundo, por lo que son las tarjetas más caras y están destinadas principalmente a manejar grandes flujos de datos, como grabación de vídeos con resolución 4K.

Como decíamos, la clase de una tarjeta indica la velocidad mínima a la que graba, pero no indica si la velocidad máxima de grabación ni sus valores de lectura, los cuales pueden variar enormemente entre tarjetas incluso de la misma clase. Así las cosas, podemos encontrarnos con una tarjeta de clase 6 capaz de manejar una lectura sostenida mucho mayor que una de clase 10, por poner un ejemplo. Teniendo en cuenta esto, la única forma real de averiguar el rendimiento de una tarjeta es mediante el uso de una batería de test de tarjetas Micro-SD destinada a analizar el comportamiento de la misma en diferentes escenarios.

Una vez conocida la teoría, veamos cuales son los test de tarjetas Micro-SD que vamos a realizar.

¿Que test de tarjetas Micro-SD hemos realizado?

Aunque existen varias aplicaciones para smartphones destinadas a analizar el rendimiento y poder realizar en casa nuestros propios test de tarjetas Micro-SD, hemos querido hacer un análisis algo más exhaustivo utilizando algunos programas compatibles con Windows y que son capaces de analizar cualquier tipo de dispositivo de almacenamiento, desde discos duros mecánicos tradicionales a SSD, pasando por tarjetas de memoria. Aunque podríamos usar bastantes más, nos hemos centrado en 3:

• Aida 64: Una conocida suite para monitorizar todas las características de nuestro PC y que dispone de un test de rendimiento para discos entre sus herramientas. Este test es capaz de medir la lectura secuencial y aleatoria de un dispositivo de almacenamiento con bloques de 4MB, así como de medir el tiempo medio de acceso del mismo.
• HD Tune Pro: un conocido programa especializado en medir todos los parámetros de nuestra unidad de almacenamiento, y que no ofrece valores como la lectura máxima, mínima y media de la unidad, así como el tiempo de acceso.
• CrystalDisMark: Posiblemente la suite más completa de todas, pues es capaz de trabajar con diferentes bloques de datos y realizar pruebas de lectura y escritura, secuencial y aleatoria.

CrystalDiskMark trabaja con bloques de 4 y 128 Kibibytes (1024 Bytes) y con bloques de 1 Mebibyte ( 1 048 576 bytes).

Una vez visto el procedimiento a seguir en nuestra batería de test de tarjetas Micro-SD, pasemos a ver cuales son nuestras candidatas y el rendimiento que son capaces de ofrecernos.

MIXZA TOHAOLL Ocean Series 32GB.

Con un estuche de cartón en forma de triángulo nos ha llegado una Micro-SD de 32 GB de capacidad de la marca MIXZA, la cual debemos confesar que no conocíamos hasta el momento de hacer este test de tarjetas micro-sd.

Como las demás tarjetas de este análisis, se trata de una tarjeta SD HC de Clase 10 y UHS de Tipo I. Ha sido la primera tarjeta que pasamos por nuestra batería de test de tarjetas Micro-SD, y llegamos a pensar que el lector de nuestro portátil de pruebas no soportaba tarjetas UHS debido a que su rendimiento de lectura ha sido bastante más bajo de lo anunciado en el envoltorio, donde se habla de una lectura de hasta 80 MB/s. No ha sido hasta probar otra de las tarjetas que nos dimos cuenta de que el portátil era capaz de soportar mayores velocidades de lectura y que la única explicación plausible era que la tarjeta rendía bastante por debajo de lo esperado. No es que la misma incumpla la clase anunciada, pues se cumple el mínimo de 10 MB/s de escritura secuencial anunciada, pero la lectura secuencial, tanto con uno o varios hilos de proceso, se estanca alrededor de los 22MB/s mientras que la escritura se queda en torno a los 19Mb/s. Para cerciorarnos del todo, colocamos la tarjeta en un Samsung Galaxy S4 y obtuvimos similares resultados.

En lo que se refiere al manejo de datos de pequeño tamaño, la prueba y la escritura de lectura aleatoria de 4 KiB también nos ofreció datos bastante discretos. No es que sea una mala tarjeta, ya que será suficiente para la inmersa mayoría de smartphones y dispositivos que no requieran de un gran flujo de datos, pero desde luego no es la tarjeta más adecuada para un dispositivo más profesional o de gama alta que requiera operar con transferencias de archivos de tamaño considerable. A continuación las capturas de los resultados de nuestro test de tarjetas Micro-SD.

Sí, somos un poco más frikies de la cuenta y hemos usado una edición «customizada» de CrystalDiskMark.

El manejo de bloques de datos de 4 MB arroja unos resultados similares a los del test anterior.

Más de lo mismo con HD Tune Pro, los 20MB/s son el límite de esta tarjeta.

Netac P500 32GB: Una grata sorpresa.

Nuestra siguiente protagonista en pasar por nuestro test de Tarjetas Micro-SD viene firmada por Netac, una compañía con sede en Shenzhen, aunque su fabricación parece ser obra del grupo Leapro Technology, con sede en el mismo lugar.

Al igual que las demás, nos encontramos con una tarjeta  Micro-SD HC de Clase 10 y UHS de Tipo I, aunque como ya anunciamos antes, aquí se puede comprobar que la clase y el bus idénticos entre tarjetas no son siempre significativos.

La Netac P500 nos ha sorprendido para bien, ya que es la tarjeta que mejor resultado nos ha arrojado en los test de lectura secuencial tanto haciendo de un solo hilo de proceso como con varios hilos de proceso, donde a pesar de no publicitar ninguna cifra, nos hemos encontrado con resultados de entre 79.5 y 85 MB/s. La escritura secuencial se mantiene en los 25MB/s, por lo que casi roza lo necesario para ser una tarjeta UHS de tipo II.

Aunque el manejo de bloques de datos pequeños es ligeramente superior en escritura aleatoria al de la Micro-SD firmada por Mixza, sí que observamos una mejora considerable en la lectura de datos aleatoria que ronda el 40% tanto en uno como varios hilos.

Esta tarjeta no es quizás la más adecuada para dispositivos que requieran manejar bloques de datos muy pequeños, como pueda ser una Raspberry Pi, pero sí que nos parece ideal para cámaras fotográficas y smartphones que graben en resolución Full-HD, así como medio de almacenaje de archivos de tamaño considerable, donde sus tasas elevadas de lectura y escritura nos ahorrarán bastante minutos de tiempo a la hora de mover archivos.

Manejando bloques de 4MB, la Netac P500 ofrece un rendimiento excelente.

MOBA MO-32: Otra tarjeta que se limita a cumplir.

Con un discreto envase de plástico con espacio para tarjeta y adaptador, nos llega la propuesta de Moba, otra marca que se une al club de los hasta ahora desconocidos fabricantes de tarjetas Micro-SD provenientes de China. Al igual que la tarjeta firmada por Mixza, esta Micro-SD cumple con lo prometido sin demasiados alardes, con unas cifras de lectura y escritura secuenciales de 22 y 20MB/s respectivamente tanto en un solo hilo, como con varios flujos de proceso. El manejo de bloques de datos de 4 Kibibytes es el peor de todos los analizados, aunque bastante similar al de la primera tarjeta analizada.

Las conclusiones en este caso son bastante parecidas, siendo una tarjeta adecuada para grabar en Full-HD (hasta cierto bitrate) y más que suficiente para la inmensa mayoría de smartphones, exceptuando aquellos que graben en 4K. Es igualmente válida como sistema de almacenamiento estándar, siempre que no queramos mover archivos demasiado grandes, donde su lectura secuencial hará que perdamos bastantes minutos moviendo archivos entre dispositivos.

Arriba, la Netac P500, abajo, la MOBA MO-32. Misma clase y bus, pero resultados muy diferentes.

Samsung EVO 32 GB (orange): la más equilibrada.

La última en pasar por nuestros test de tarjetas Micro-SD llega firmada por Samsung, el único fabricante conocido de todos los analizados y el cual no creamos que requiera demasiada presentación a estas alturas. Esta tarjeta llega bajo la serie EVO, que al igual que con sus conocidos SSD, supone la gama media de los coreanos para sus dispositivos de almacenamiento. Para ayudar a sus compradores, Samsung clasifica las diferentes gamas por colores, para sí poder distinguir con mayor claridad el rendimiento de tarjetas con especificaciones de clase y bus idénticas. Este modelo pertenece a la gama del 2015, ya que para este 2016 el fabricante ya ha presentado tarjetas aún más rápidas con otros códigos de color.

La Samsung EVO 32 cumple con lo prometido y nos ofrece unas cifras de lectura secuencial que se acercan bastante a los 48MB/s anunciados, con una velocidad de escritura secuencial similar a la Netac P500 de unos 25MB/s cuando se trata de manejar varios hilos, pero que se eleva hasta rozar los 33 MB/s cuando se trata de escritura secuencial de un solo hilo con bloques de un Mebibyte.

Pero la Samsung no es solo la tarjeta más rápida escribiendo en secuencial, sino que además su rendimiento manejando archivos de 4 Kibibytes en modo aleatorio duplica en lectura y cuadriplica en escritura al de las propuestas de Moba y Mixza y mejora hasta en un 65% el rendimiento de la  Netac P500.

Aunque no es la tarjeta idónea para aquellos que necesiten leer archivos muy grandes, su excelente escritura la hace más que aconsejable tanto para cámaras y smartphones que graben en Full-HD, como almacenamiento en el que instalar algún sistema operativo; donde su manejo de los datos de pequeño tamaño y una latencia de acceso de tan solo 0.60ms, la hacen apta para cualquier entorno.

Arriba, la MOBA MO-32, abajo, la Samsung EVO 32 de color naranja.

La Samsung Evo de 32GB es la tarjeta Micro-SD más completa y equilibrada de todas las analizadas.

Y bueno, eso ha sido todo por ahora, como sabemos que son muchos los datos manejados, intentaremos resumirlos en la siguiente tabla (en negrita la tarjeta ganadora en cada sección):

Conclusiones y disponibilidad de estas 4 tarjetas.

Finalizamos nuestro test de tarjetas Micro-SD repartiendo algunos premios a nuestras sufridas concursantes. Como se puede ver, de las 9 pruebas realizas, la Netac P500 gana en 3 de ellas, mientras que la Samsung Evo gana en las 6 restantes, detrás quedarían las tarjetas de Moba y Mixza, muy igualadas pero con un rendimiento ligeramente inferior de la Mixza Tohaoll.

Mientras que la Mixza se puede adquirir por 5.37 euros (descuento con el cupón EMZ32), la MOBA MO-32 tiene un precio de 8.92 euros (descuento con el cupón EMB32). Por su parte, la Netac P500 se puede conseguir por 8.51 euros (descuento con el cupón ENTP3), y su más que notable rendimiento que casi iguala al que el fabricante publicita para las UHS de tipo II, la hacen merecedora de nuestro premio a la calidad/precio.

Acabamos con la propuesta de Samsung, que aunque no es la más rápida leyendo datos, su excelente rendimiento en las restantes áreas como su limitado tiempo de acceso la hacen merecedora de nuestro premio al rendimiento de color plata. La tendremos en casa por un precio algo más elevado de 14.93 euros (Descuentazo con el cupón ESM32 se queda en 7€).

Premio CALIDAD/PRECIO

Premio RENDIMIENTO DE     PLATA