Recuerdo casi con nostalgia (bueno, sí, con mucha nostalgia) la época en la que había que ir presencialmente a un lugar autorizado a comprar entradas de conciertos, espectáculos, etc. Como dato adicional, en mi caso era el mismo lugar en el que se revelaban las fotografías de las vacaciones o donde se ponían listas de bodas. Hoy en día nada de esto existe. O al menos, no tanto como lo era en su época. Volviendo al tema de este artículo de opinión, hoy quiero hablar sobre la venta de entradas online, un método sin duda mucho más cómodo, más económico (aunque no siempre) y más adaptado a nuestros días… pero no siempre más seguro.
La venta de entradas online, bajo lupa; Ticketmaster, contra las cuerdas
Entre las opciones de plataformas de venta de entradas online, Ticketmaster es una de las que tiene más reputación. Yo la he usado varias veces y nunca he tenido problemas con ella. Sin embargo, hoy me hago eco de una noticia que ha publicado la OCU (ya sabes, la Organización de Consumidores y Usuarios que busca proteger los intereses de los compradores).
En este noticia, la OCU explica que ha denunciado a Ticketmaster por cobros injustificados en la compra de entradas. Es bastante habitual, y ya nos hemos conformado con ello y lo hemos dado por sentado, que las plataformas de venta de entradas online nos van a cobrar en concepto de gastos de gestión, gastos de servicio o cualquier otro motivo similar. Sin embargo, no siempre son legales.
OCU explica que «denunciamos a Ticketmaster ante el Ministerio de Consumo por el cobro irregular y abusivo de dos comisiones que graban el precio de venta de las entradas online que comercializa esta empresa a través de su página web». Es decir, según la OCU, Ticketmaster podría estar cobrando de más a los consumidores, ya que hay que pagar un plus añadido al precio de la entrada que, al parecer, no debería estar ahí.
En este caso, hay dos tipos de gastos añadidos, llamados por la plataforma Cuota de servicio y Gastos de gestión. ¿En qué consisten? Te lo explico rápidamente.
La Cuota de servicio es una comisión de 2 euros, independiente del precio de la entrada, que se realiza en el momento de la transacción, por lo que se puede considerar que está medio «oculta» y que no la conoces hasta que no llega el momento de pagar. Esta cantidad es fija, es decir, independientemente de si compras una sola entrada o si vas a hacer el pedido para todo tu grupo de amigos y pides una cantidad más grande de entradas.
Por otro lado, están los Gastos de gestión, que se trata de una comisión variable de hasta el 13% del valor del precio de la entrada. Según OCU, esta comisión está «semioculta» en un link junto al precio de la entrada por lo que, de nuevo, el precio inicial que ves en la página de inicio del espectáculo no se corresponde con el precio final que vas a tener que pagar. Además, en este caso, al tratarse de un cargo variable que va sobre el precio de la entrada, se puede disparar bastante.
OCU indica que «la combinación de las dos comisiones supone un gasto injustificado, abusivo y poco transparente de un mismo servicio, cuando, además, tal y como anuncia la misma empresa, la venta online es el único canal que tienen los usuarios para comprar las entradas en Ticketmaster».
Es decir, aquí tenemos una doble polémica: que el precio final sea mayor que el precio de la entrada y también que una plataforma en concreto (en este caso Ticketmaster) sea la única opción para hacer la compra, por lo que el usuario no puede elegir si pagar o no estas comisiones y gastos añadidos.
El resultado de todo esto es que OCU ha solicitado al Ministerio de Consumo que se sancione a la empresa y se le obligue a cesar este tipo de prácticas, además de que los afectados puedan reclamar la devolución de estos gastos.
¿Existe alguna excepción para cobrar estos gastos de gestión?
Por otro lado, la OCU indica que las páginas de reventa sí podrían aplicar estos gastos de gestión, ya que su actuación se basa en la intermediación y, por tanto, pueden hacerlo. Como en todo, hay formas de hacerlo, y es que estos gastos de gestión deben ser visibles desde el primer momento y aplicarse por transacción, no por entrada.
Desde la OCU, para estos casos, se solicita que también esté limitado el «recargo al 20 %, tal y como recoge la normativa para la reventa de entradas en la taquilla».
Pero, ojo, y esto ya es opinión personal, porque estas páginas de reventa no siempre funcionan bien. Hay un caso, bastante popular, que es muy famoso por vender entradas para un montón de espectáculos. El problema es que son bastante más caras (hasta aquí es «normal», sobre todo si están agotadas y han tenido mucha expectación), pero también hay veces que pueden ser un fraude y que, cuando llegues a los tornos de acceso, te digan que esa entrada no es válida y te quedes sin disfrutar del espectáculo… y sin tu dinero, porque reclamar eso ya te aseguro que es muy, muy dificil.
Mis consejos para comprar en páginas de venta de entradas online
Sigue siempre los enlaces de las páginas oficiales:
Normalmente, los artistas, los cines, los teatros, etc., tienen páginas oficiales donde avisan de sus eventos y ahí suelen incluir un enlace (o varios) donde se pueden comprar las entradas. La mejor forma de saber que estas comprando entradas legales y oficiales es seguir estos links o buscarlas a mano en esas tiendas. Son los distribuidores autorizados.
Compara precios y busca alternativas:
Dentro de los distribuidores oficiales, si hay varias opciones, puedes mirar cuáles son sus precios finales (incluyendo gastos de gestión y otras comisiones) o incluso si en alguno quedan mejores asientos. No suele ser habituales, pero hay veces que reservan diferentes zonas a distintos canales de distribución. Por ejemplo, existe una web de entradas de cine más baratas con Cinesa.
Si compras de segunda mano o en reventa, ojito:
No es una mala práctica, ni mucho menos, ya que hay veces que es imposible encontrar entradas para ciertos eventos. Y aunque no beneficia a nadie fomentar la reventa, hay que reconocer que en algunos casos no hay mucho más que hacer. Pero, eso sí, en ese mundillo hay muchas estafas y debes estar bien atento. Por lo tanto, te recomendamos que compres solo en páginas que te den confianza y tengan buena reputación. Además, el día del evento, llega pronto. Por si la entrada está duplicada, que por lo menos tú sí puedas pasar con ella.
Fíjate bien en el precio final:
Aunque veas «entradas desde», esto implica que es el precio de la entrada más barata (normalmente con mala visibilidad), sin gastos de gestión ni comisiones. Antes de poner los datos de tu tarjeta y pagar, revisa bien el precio total para ver si te cuadra con lo que te querías gastar, para que no te lleves sorpresas, ya que una vez comprado no podrás ir hacia atrás y tendrás que conformarte con el cargo en el banco. No se suelen admitir devoluciones, así que comprueba todo bien.